martes, 31 de mayo de 2011

Un fantasma espanta a Berlusca


 
Martes, 31 de mayo de 2011
"Disfruten del comunismo"
Por Gabriel Puricelli

“Milán y Nápoles a la izquierda: disfruten del comunismo”. El titular de Libero, un diario de derecha más berlusconista que el de la propia familia Berlusconi retrata acabadamente la mezcla de rabia e incredulidad con que el gobierno de Il Cavaliere recibió la paliza electoral que sufrió en las segundas vueltas electorales de las elecciones municipales y provinciales. Por cierto, no son los consejos obreros quienes descienden sobre Piazza del Duomo o Piazza del Plebiscito, sino los militantes de una centroizquierda que recuperó la energía y encontró nuevas caras para plantarse frente al descaro de un primer ministro que parecía de teflón ignífugo y blindado. Más que la oportunidad de redimirse de una primera vuelta decepcionante, los balotajes prolongaron y agudizaron la humillación del partido del Pueblo de la Libertad (PDL) y empezaron a preparar para la fuga  del gobierno de Roma a sus socios xenófobos de la Liga Norte. En efecto, mientras el PDL reaccionaba furioso, los liguistas se permitían subrayar que el viento ha cambiado y que ellos se disponen a hacerlo con él, haciendo sonar la canción partisana “Bandiera Rossa” desde las antenas de la (hasta ayer) muy anticomunista Radio Padania, la misma que proclama todos los días el advenimiento de la independencia del norte de la península.

Tantas veces se había escurrido Berlusconi de entre la espada y la pared, que hasta que se abrieron las urnas nadie se atrevía a empezar a garabatear obituarios. Había sido el propio premier quien empezó a escribirlo sin saberlo, al plantear las elecciones como un plebiscito sobre su liderazgo: pues bien, fueron dos plebiscitos, uno en cada vuelta, y perdió el segundo de manera aún más sonora que el primero. Hay que decir, sin embargo, que el sistema político italiano está tan descompuesto en algunas áreas, que nada impide imaginar que Berlusconi pueda salir de compras una vez más y reemplazar a parlamentarios que huyan con la esperanza de poder ser elegidos en las próximas elecciones con una camiseta distinta de la del PDL, por otros que saben que esta es la última sesión parlamentaria de sus vidas y que las semanas o meses que les queden pueden ser tan lujuriosos como si precedieran al apocalipsis. El problema es que, si el Senatùr Umberto Bossi decidiera curarse en salud y abandonara la mayoría con todos los legisladores que le dio a la Liga Norte su 10% de los votos, el poder de compra del premier no alcanzaría ya para reemplazarlos. Berlusconi ha quedado en una situación límite, pero no hay que olvidar que vivir al borde es el modo existencial de Il Cavaliere.

Una oposición acostumbrada a hacerle las cosas fáciles al berlusconismo, más allá de las mejores intenciones de los mejores de sus líderes, sale muy fortalecida por el voto de confianza de sus electores. Aunque es temprano para asegurarlo, las cifras de participación de estos dos días parecen indicar que la centroizquierda ganó los balotajes porque sostuvo la movilización de su propio electorado, mientras que los que votaron por partidos centristas minoritarios y por los partidos que sostienen a Berlusconi, se quedaron en gran parte en su casa. Si así fuera, es una inversión de tendencia que puede cambiar drásticamente las cosas y es mérito de los líderes de las fuerzas más pequeñas que se articulan en torno al progresista Partido Democrático (PD). Izquierda, Ecología y Libertad (SEL, por su sigla en italiano) de Nichi Vendola e Italia de los Valores de Antonio Di Pietro batallaron por un acompañamiento total a las protestas sindicales y por la realización de primarias abiertas para definir candidatos. Dos de los ganadores de ayer, Giuliano Pisapia en Milán y Massimo Zedda en Cagliari (Cerdeña), vencieron a los candidatos del PD en las primarias respectivas con el apoyo de SEL. Un tercero, Luigi De Magistris en Nápoles, de IDV, derrotó en primera vuelta al candidato del PD surgido de unas primarias suspendidas con escándalo y en segunda vuelta arrasó con la derecha, duplicándola en votos y logrando que su contrincante sacara menos votos que los que había obtenido en primera. El nuevo alcalde napolitano es para Berlusconi una espina más lacerante que haber perdido de local en Milán: se trata de un ex-fiscal, una “toga roja” de las que el premier dice que ejercen, persiguiéndolo, una “dictadura” en Italia.

Si la evidencia parece apuntar a que la energía y la renovación provienen de su izquierda, el PD persiste en buscar una alianza electoral y de gobierno que abarque hasta los partidos conservadores ex-berlusconistas. El aire de cambio que se respira en la centroizquierda no está exento del riesgo de envenenarse cuando lo tiempos electorales apremien. Para una alianza hacia su derecha, el PD tal vez tenga que prescindir de las primarias, que  tanto impulso han provisto. Para mantener a su lado a Vendola y Di Pietro, es impensable abandonar ese mecanismo, al que el propio PD teme, porque en las condiciones creadas en estas semanas, no debería sorprender que una elección popular catapulte a Vendola a la candidatura a Presidente del Consejo de Ministros.

El fin no será televisado por los medios que controla, pero todo apunta a que esta vez el simulacro no logrará ocultar la realidad de un Cavaliere que (todo llega) se desmorona.



domingo, 22 de mayo de 2011

España acampa


 
Domingo, 22 de mayoo de 2011
De la bronca a la salida
Por Gabriel Puricelli

El Movimiento del 15-M se ha desplegado con contundencia y sorpresa en muchas ciudades de España, tan sólo una semana antes de las elecciones autonómicas de hoy. Probablemente tarde para que las masivas manifestaciones cambien el curso de esas elecciones. Seguramente tarde para detener la marcha de las medidas draconianas de ajuste que le imponen a España el corsé macroeconómico de la moneda común y las limitaciones ideológicas de su clase dirigente. Ahora bien, aún si no podemos anticipar el curso del movimiento, ni la significación de su impacto, podemos leerlo como síntoma no simplemente de un malestar ciudadano, sino de la toma de conciencia (con pequeñísimas minúsculas) respecto del límite infranqueable con que se ha topado un modelo de desarrollo de España y un modelo de inserción en la Unión Europea.

La entera clase dirigente de la UE se encuentra desprovista de ideas en materia de economía política que puedan hacer frente a un hecho que otrora se consideraba inmanente al capitalismo: los ciclos. Así como el consenso socialdemócrata proveyó un menú común a conservadores y progresistas a lo largo de los “treinta gloriosos” (desde la posguerra hasta la crisis del petróleo), el consenso neoliberal que emergió de la crisis fiscal de los ´70 provee a esas mismas corrientes un mismo libreto y se condensa en instituciones que han arrancado de las manos de los gobiernos nacionales (al menos los de los países de la periferia continental), los instrumentos soberanos para enfrentar las crisis. Grecia, Irlanda, Portugal y España reaccionan frente a la baja del ciclo económico con más estupor del que cabría esperar ante un tsunami, mientras desde la torre vidriada del Banco Central Europeo en Frankfurt se vigila que a nadie se le ocurra gastar un euro en estímulos económicos y que se paguen las deudas contraídas con la fe de quien está convencido de que el producto bruto se puede expandir indefinidamente.

Los platos rotos se pagan en forma no sólo de desempleo, sino de desazón terminal de una generación entera de jóvenes que llega a su calle cuando acabó la fiesta. En ellos se hace carne la idea opuesta a la que estuvo en el vértice del consenso neoliberal: desde aquí sólo queda seguir bajando. Una visión comprensiblemente trágica como esta no es la que puede organizar un consenso alternativo, pero es la que hasta ayer proveía de razones a un creciente abstencionismo electoral y que hoy lanza a las calles a parte (por ahora) de los muchos que hasta ayer estaban ausentes de la arena política.

Una experiencia así no puede sino reverberar en quienes vivimos el 2001 argentino y en su seno tal vez se incuben la promesa y las limitaciones que hubo en aquel. Sin embargo, no conviene forzar las comparaciones. Nada autoriza a pensar que el bipartidismo casi perfecto que existe a nivel del estado español va a entrar en ese estado de fluidez en que se encuentra, subterráneamente, aún hoy el de nuestro país.

El reclamo de la Puerta del Sol y de tantas plazas interpela a un sistema estructurado y legitimado por los logros del mismo modelo de desarrollo que entró en crisis en 2008. Las trayectorias importan, y la de España era ascendente en el largo plazo hasta hace muy poco: sólo se llega al borde del precipicio desde una trayectoria inversa.

La novedad de estas protestas (que no cabe ensalzar por su espontaneidad como lo hace la vulgata mediática) para la clase dirigente española es que se expresa por fuera de las estructuraciones tradicionales, partidarias o sindicales. En una lectura optimista, podrían ser el toque de diana para que el progresismo realmente existente intente dar el paso más allá del consenso neoliberal que lo saque de la trampa que lo condena. Las movilizaciones ponen presión en las costuras de la política económica europea, pero no será sin política que esas costuras se podrán hacer saltar. Un camino de desencuentro entre malestar y política puede dar por cierta la perspectiva trágica. Uno de conversación, puede ser el único que evite que España y el resto de las periferias europeas se amputen una generación completa.




sábado, 21 de mayo de 2011

DSK o la adrenalina del poder y el abuso


Lu Peker, de "Las 12" nos pregunta y nosotros respondemos en la edición del jueves 19 de mayo de 2011: “Strauss-Kahn no es el primer socialista francés en ocupar una posición en una organización cuyos fines normalmente no se asocian con el programa político de la izquierda: antes que él, su correligionario Pascal Lamy dirigió la Organización Mundial de Comercio. Es evidente que para aceptar posiciones como ésas hay que poseer una ambición de poder fuera de lo común, ya que se trata de asumir cargos que inevitablemente ponen en cuestión el credo de quien los asume. Estamos hablando de personas especiales, que ven el mundo girar alrededor de sí mismos. En el caso de Strauss-Kahn, su éxito supremo consistía en estar al frente del FMI (que no tiene en Europa la pésima prensa que tiene en el sur del mundo) y ser el puntero de la carrera presidencial en Francia, con una rosa en el puño. Si fuera responsable del crimen del que se le acusa, su bancarrota sería total, no por perder, seguramente, el favor del electorado francés, sino por quedar en evidencia que renunció a los valores enarbolando los cuales quería ser presidente de la República Francesa”.



martes, 17 de mayo de 2011

Que no cunda el pánico con Brasil...



...aunque las cosas se pueden hacer mucho mejor que con un proteccionismo a la bartola...



miércoles, 4 de mayo de 2011

Pakistán: úsese y tírese


Un país bueno para usar y tirar
Martes 3 de mayo de 2011
por Gabriel Puricelli

La admisión abierta de parte de los EE.UU. de que no advirtió al gobierno de Pakistán de la decisión de arreglar cuentas por mano propia con el terrorista Osama Bin Laden es un síntoma de dos fenómenos que describen la situación actual de ese país. En primer lugar, demuestra una vez más que el estado cuyo vértice formal reside en Islamabad (a menos distancia del lugar donde se dio muerte al millonario saudita que la que hay entre Buenos Aires y Chascomús) no es capaz de ejercer de manera eficaz su soberanía sobre todo su territorio. Desde ya, esto lo demuestran todos los días las múltiples acciones en territorio pakistaní de las fuerzas militares estadounidenses y de las milicias tribales de los talibanes: el escenario bélico que Washington ha denominado con inspiración hollywoodense Af-Pak es un territorio superpuesto con el de dos estados cuya soberanía es realidad sólo en los papeles.

En segundo lugar, ignorar a las autoridades encabezadas por Asif Alí Zardari es otro modo de hacerles saber con iguales elocuencia y desprecio, que Pakistán no está ya más situado en el lado “correcto” de las cosas, como lo estuvo durante la Guerra Fría. La ISI (Inteligencia Inter-Servicios) cuya tortura temen tantos pakistaníes, es una criatura estatal que ha adquirido la misma vida propia que los múltiples actores que EE.UU. armó en Afganistán para dar la batalla final de su enfrentamiento con la Unión Soviética. A Islamabad le toca  presenciar cómo se consolidan los lazos entre EE.UU. y la India, siguiendo la letra del pacto nuclear incialado con Nueva Delhi bajo la presidencia de George W. Bush.

Se parecen, Bin Laden y el último país  donde halló cobijo: están en la misma lista de rezagos. Claro que uno era un hombre, mientras que el otro es un país de 170 millones de habitantes cuyos líderes atesoran el juguete atómico que Washington les permitió poseer.



martes, 3 de mayo de 2011

Sobre la muerte de Bin Laden