tag:blogger.com,1999:blog-77276005369093096282024-03-12T20:51:10.338-03:00NS/NCUn portapapeles desordenado.
Una bitácora de la incertidumbre.Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.comBlogger185125tag:blogger.com,1999:blog-7727600536909309628.post-4238623596894249482021-10-07T21:30:00.000-03:002021-10-07T21:30:04.410-03:00Maduro y parte de la oposición venezolana, de nuevo cara a cara<div><b><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyJqFb7w0joCU9-q53VSORzVJGdsQRnSDlmWZK97iM961E4CvajSx-WrGUav7Rns9az0YN6MnkrOWSxZi_rGtM-iUa9oNChydEfaUbCOqzsn8386mIRir0hLwR1po6ErGTQlEArPVaM0Md/s800/dialogo+MX+VE.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="800" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyJqFb7w0joCU9-q53VSORzVJGdsQRnSDlmWZK97iM961E4CvajSx-WrGUav7Rns9az0YN6MnkrOWSxZi_rGtM-iUa9oNChydEfaUbCOqzsn8386mIRir0hLwR1po6ErGTQlEArPVaM0Md/w400-h225/dialogo+MX+VE.jpeg" width="400" /></a></div><br /><u><br /></u></b></div><b><u>Diálogo en México, apatía en Venezuela</u></b><div><b>En <a href="https://www.eltribuno.com/">El Tribuno</a>, Salta, 18 de septiembre de 2021</b></div><div><i>Por Gabriel Puricelli</i></div><div><br /></div><div><div>Con la duda acerca de cuánta vocación tienen las partes de alcanzar algún acuerdo, el 13 de agosto se abrieron en México negociaciones sobre el futuro de Venezuela entre el gobierno de Nicolás Maduro y el sector de la oposición que encabeza quien fuera proclamado "presidente encargado" por la Asamblea Nacional cuyo mandato caducó en 2020, Juan Guaidó. Las posiciones de máxima con las que llegan son el levantamiento de todas las sanciones económicas internacionales y la realización de nuevas elecciones presidenciales sin proscripciones y con observadores internacionales, respectivamente.<div><br />No es la primera vez que ambos sectores sostienen un diálogo, pero las rondas anteriores, siempre con el rol facilitador de Noruega, se interrumpieron sin alcanzar resultados. Sin embargo, los cambios que han ocurrido en Venezuela y en el mundo desde la última vez que ambos bandos se vieron las caras hacen poco prudente anticipar que se vaya a repetir el fracaso.</div><div><br />Consultada para este artículo, Marisela Betancourt, politóloga de la Universidad de los Andes (Mérida, Venezuela), sostiene que estamos ante el reinicio de "un viejo diálogo frente a un nuevo país".<br />Para la analista, hay un contraste marcado entre las condiciones en las que se dio el diálogo en República Dominicana en 2018 y las que rodean el que está empezando este año. Betancourt describe la Venezuela de hace tres años como "un país muy polarizado, con una oposición muy activa fortalecida por un año previo de mucha violencia política, durante el que ocurrieron las últimas protestas callejeras masivas hasta la fecha y que se hallaba en el pico del éxodo migratorio".</div><div><br />Frente a ese contrincante empoderado, el chavismo eligió levantarse de la mesa y apuntar al corazón de su debilidad: la fragmentación interna y la falta de criterio común sobre la participación electoral.<br />Por ello pateó el tablero de la negociación y llamó a elecciones anticipadas, en las que su único adversario real terminó siendo una abstención, que se revelaría impotente.</div><div><br />Betancourt describe la Venezuela de 2021 como un país que se comporta muy distinto: "Una sociedad pasiva, despolitizada, frustrada, volcada hacia la supervivencia, donde el 54% (según una encuesta de Datanálisis) percibe una mejora relativa de la calidad de vida respecto de 2018 y donde baja la polarización porque la gente ha tenido que coexistir para sobrevivir a la penuria económica".</div><div><br />Entretanto, la división de una oposición que solo pudo derrotar al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) con la unidad más amplia, se ha consolidado. Así, Maduro ha podido tener negociaciones parciales que le han permitido remendar su maltrecha legitimidad. Por un lado, acordó con la Alianza Democrática, minoría en la Asamblea Nacional electa en 2020 con la participación de solo una franja de la oposición, una nueva composición del Consejo Nacional Electoral. El chavismo retiene una mayoría de tres, pero incorpora a dos miembros de reconocido perfil opositor. Por el otro, acordó con su adversario en las elecciones de 2015, Henrique Capriles, la liberación de 50 presos políticos y el cese de la persecución contra 60 opositores. Con esta última concesión se aseguró de que Capriles se sumara al cada vez más amplio campo de los opositores, que se niegan a reincidir en la táctica de la abstención y anunciará su participación en las elecciones regionales y locales que deben tener lugar en noviembre próximo.</div><div><br />Ahora bien, también hay fisuras en el PSUV. En efecto, el 8 de agosto se celebraron elecciones primarias para seleccionar los candidatos del partido en el poder para las elecciones del 21 de noviembre y hubo un enfrentamiento en todos los niveles entre los candidatos apoyados por Maduro y los sostenidos por Diosdado Cabello. Aunque prevalecieron los del bando madurista, los seguidores de Cabello cuestionaron la validez de los resultados en varios estados, echando sombra sobre el éxito relativo de una votación que convocó a tres millones y medio de ciudadanos. El retroceso electoral del expresidente de la Asamblea Nacional sucede a un debilitamiento de sus apoyos entre los militares, uno de los pilares del régimen autoritario del cual Cabello fue cabeza visible desde la muerte del presidente Hugo Chávez en 2013. Su ocaso relativo puede ser un factor que facilite acuerdos en México.</div><div><br />Otro elemento de la coyuntura actual sobrevuela el reinicio de esta vieja negociación: los bandos que negocian en México llegan igualmente desvalidos en cuanto a apoyo popular en Venezuela. Según una encuesta de la firma Datincorp de principios de agosto, 63% de los venezolanos se declara "nada satisfechos" con el desempeño de Maduro y 77% dice lo mismo del accionar de Guaidó. Con esos números a la vista, sorprende poco que la politóloga Betancourt describa como apática la reacción de los venezolanos de a pie a la noticia del reinicio del diálogo.</div><div><br />El último factor a mencionar es el cambio de gobierno en EEUU. Como dijimos al principio, Maduro pretende que el diálogo resulte en el levantamiento de las sanciones internacionales, las más gravosas de las cuales son medidas unilaterales estadounidenses. Aunque (con un ojo en el exilio venezolano en Florida) Biden no quiere ser visto como blando con Maduro, su preferencia sería disminuir la tensión con Venezuela y solo alguna mejora en la situación de derechos humanos allí y un enderezamiento de las reglas electorales le permitiría relajar las sanciones sin pagar costos domésticos.</div><div><br />El presidente del gobierno italiano, Giulio Andreotti, supo decir que el poder desgasta al que no lo tiene. Las condiciones en que se sientan los de Maduro y los de Guaidó a la mesa tendida en México parecen adecuarse a esa máxima. Está por verse si Maduro se convence de que la preservación parcial de ese poder hoy pasa por aceptar un paulatino retorno a la democracia.</div></div></div>
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</script>Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7727600536909309628.post-29075625091272771602019-07-08T14:46:00.001-03:002019-07-08T14:47:28.365-03:00Impeachment: ¿más problema para los demócratas que para Trump?<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span id="docs-internal-guid-6505d879-7fff-a099-caa2-187e1f61c893"></span><br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgh7GqVmCv6CmGUMJBjTvk3I1fnKXkMOn_rhfW8cbl-Q_8L8SBw_pD3u43LJ1n3jRMucaPkEN34IFMZ7xfaqHy_A66IkIwxqZUsD265MFKKEqJAGd_PGlYRnYOz5T2HSiPQUoiELd_JDLu0/s1600/trumptoon054.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="961" data-original-width="1280" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgh7GqVmCv6CmGUMJBjTvk3I1fnKXkMOn_rhfW8cbl-Q_8L8SBw_pD3u43LJ1n3jRMucaPkEN34IFMZ7xfaqHy_A66IkIwxqZUsD265MFKKEqJAGd_PGlYRnYOz5T2HSiPQUoiELd_JDLu0/s400/trumptoon054.jpg" width="400" /></a></div>
<span id="docs-internal-guid-6505d879-7fff-a099-caa2-187e1f61c893"><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><u>La amenaza de impeachment que beneficia a Trump</u></span></span></div>
<span id="docs-internal-guid-6505d879-7fff-a099-caa2-187e1f61c893">
</span>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span id="docs-internal-guid-6505d879-7fff-a099-caa2-187e1f61c893"><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">En <a href="http://replanteorevista.com/2019/07/la-amenaza-impeachment-que-beneficia-a-trump/">revista Replanteo</a> de Junio de 2019</span></span></div>
<span id="docs-internal-guid-6505d879-7fff-a099-caa2-187e1f61c893">
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Por Gabriel Puricelli*</span></div>
<br /><div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Hay una expresión del idioma inglés que no es fácilmente traducible al español: “he’s all over the place”. Se usa para referirse a alguien cuya conducta es inasible, que está envuelto en demasiados asuntos y el sentido de cuyas acciones es difícil de discernir. Probablemente no haya en nuestro idioma un modo de captar mejor la coyuntura que atraviesa el presidente de los EE.UU.: </span><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Donald Trump is all over the place</span><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">.</span></div>
<br /><div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Las semanas que han transcurrido desde la publicación del informe del fiscal especial Robert Mueller han sido trepidantes. Una lista incompleta nos muestra que Trump no sólo se ha esforzado mediante múltiples intervenciones públicas en imponer su lectura del durísimo informe, sino que ha desplegado una estrategia de comunicación defensiva centrada en victimizarse, ha disparado salvas en su intermitente guerra comercial con China, ha viajado al Reino Unido para ser agasajado en el palacio y repudiado en la calle, ha tratado de convencer al mundo de que Irán está incendiando buques-tanque petroleros en el Golfo Pérsico y ha intentado chantajear a México para forzarlo a ser la policía migratoria de los EE.UU. Ante el desafío de capturar en pocas líneas semejante variedad de asuntos, vamos optar módicamente por analizar las secuelas del informe Mueller, y vamos a tomarlo como punto de apoyo para tratar de entender las nuevas reglas que rigen la relación entre el Partido Republicano trumpizado y sus adversarios demócratas.</span></div>
<br /><div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La publicación de las conclusiones a las que llegó el fiscal especial encargado de determinar si los intentos de Rusia de influenciar el resultado de las elecciones de noviembre de 2016 contó con la colusión del beneficiario de esos intentos, es un momento de la máxima significación para el actual presidente. Obsesionado por ratificar la legitimidad de su acceso a la presidencia, aún después de obtener casi tres millones de votos menos que su contrincante por el entonces oficialismo, Hillary Clinton, Trump ha machacado con la idea de que el informe demostró que no hubo ni colusión, ni obstrucción de justicia. Cuando niega lo primero, sostiene haber ganado las elecciones limpiamente. Cuando rechaza lo segundo, se pone a cubierto de uno de los tres delitos por los cuales fue destituido por el Congreso Richard Nixon. </span><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Tricky Dick</span><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> fue sometido a juicio político, recordemos, por obstrucción de justicia, abuso de poder, y desacato al Congreso.</span></div>
<br /><div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Lo cierto es que Trump esquiva la bala del informe Mueller porque el fiscal especial tiene las manos atadas por la política impuesta por el Departamento de Justicia, del que es funcionario, de no acusar penalmente al presidente en ejercicio. El informe, sin embargo, es clarísimo al señalar que las conclusiones allí expuestas pueden servir al Congreso para imponer el remedio del </span><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">impeachment</span><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">. Y allí, en la posibilidad del juicio político, se abre otra controversia. Concebido como remedio constitucional para lidiar con presidentes a los que el traje de la república les queda chico, en la coyuntura actual se ha vuelto un veneno político para la oposición demócrata. Lejos están los días en que una decisión de tanta gravedad podía concitar apoyos en los dos (únicos) partidos representados en el Congreso: los siete republicanos que se sumaron a la mayoría demócrata para iniciar en 1972 el proceso de destitución de Richard Nixon no aparecen (ni aparecerán) por ningún lado. Trump ha trabajado con enorme éxito para destruir todo terreno común que pudiera existir entre republicanos y demócratas y se ha asegurado de que la adhesión y el respeto a la ley y a las reglas del juego democrático sean una consideración subordinada por completo a los intereses de partido. Con la muerte del último senador republicano con juego propio, John McCain (quien se aseguró de que Trump no estuviera invitado a sus funerales), se evaporó el último vestigio de cualquier inclinación entre los miembros de ese partido hacia el </span><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">bipartisanship</span><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">. Ese espíritu de acuerdo bipartidario en ciertos temas fundamentales, otrora invocado por dirigentes en ambas orillas de la distinción política estadounidense es hoy una palabra que aflora frecuentemente a los labios de los demócratas pero que ha sido desterrada del lenguaje del </span><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Grand Old Party</span><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">. Trump lo sabe bien. Cuenta con ello.</span></div>
<br /><div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El presidente sabe también que él se ha transformado en el gran elector de sus correligionarios en sus respectivos distritos: la amenaza de su excomunicación puede desbaratar precarias mayorías en varios lugares. Bajo ese yugo se extinguen todas las posibles virtudes de sus senadores y representantes. A ello hay que agregar lo que la ciencia política llama </span><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">gerrymandering</span><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, el dibujo caprichoso de cientos de distritos electorales, cuyas fronteras han sido diseñadas a medida de la elección sin competencia de muchos miembros de la cámara baja: ello facilita la elección de extremistas y fundamentalistas que no están obligados a contrastar sus posturas con ningún candidato más moderado. Entre temerosos que se pliegan por necesidad a las posiciones de Trump y ultras electos y reelectos casi sin competencia, la mesa está servida para la radicalización ideológica y el hiperpartidismo, los dos sabores de helado favoritos del actual presidente. </span></div>
<br /><div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Por otra parte, el Partido Republicano tiende a encoger al compás de la declinación demográfica de su electorado, lo que lo empuja cada vez más a actuar con la mentalidad de quien está sitiado y defiende su fortificación, sin que nada más importe. En ese contexto, es casi imposible imaginar una fisura que haga ceder el dique de la mayoría republicana en el Senado, sin la cual un juicio político, aún si pudiera ser iniciado por la Cámara de Representantes, donde mandan los demócratas, está condenado a la esterilidad.</span></div>
<br /><div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Para los demócratas no resulta fácil aprovechar las municiones que les provee el informe Mueller, por razones que en muchos casos son las opuestas a las que determinan la conducta de sus contrincantes. Aunque la demografía está de su lado (aumenta el número de latinos y otras minorías que votan desproporcionadamente por ellos), el </span><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">gerrymandering</span><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> y las medidas para restringir el derecho a elegir que vienen impulsando hace más de una década sus adversarios hacen que eso no tenga una traducción automática en votos. Más aún, con el sistema de Colegio Electoral, ya van dos elecciones en este siglo donde obtener más sufragios no ha servido para alcanzar la presidencia. Por otra parte, así como los republicanos se angostan ideológicamente y se corren a la derecha, los demócratas se ensanchan y ya no abarcan simplemente una franja entre el centro y la centroderecha, sino que se quedan con todo el resto de la centroderecha que abandonan los republicanos e incorporan una franja de centroizquierda que se compone de antiguos independientes, nuevos votantes y dirigentes tradicionales que vuelven a abrevar en las fuentes del </span><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">New Deal</span><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> rooseveltiano y el proyecto de la </span><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Great Society</span><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> de Lyndon B. Johnson, abandonadas (salvo por unos pocos) durante los años del centrismo de Clinton y de Obama. Encontrar una agenda que promedie los intereses y valores de los vecinos de suburbios que van abandonando el voto tradicional a los republicanos, de los granjeros del medio oeste, de los sindicatos industriales y de las jóvenes generaciones de las grandes metrópolis con sus demandas (no sólo) posmaterialistas es una tarea muy difícil. Ello provoca a veces fracturas y (más frecuentemente) una parálisis táctica que impide aprovechar los errores del adversario. Agreguemos el ingrediente de una dirigencia parlamentaria que es una herencia de la etapa centrista y que se aferra a la búsqueda de consensos que se han vuelto imposibles por el total desinterés que muestran los republicanos. La cuestión del juicio político a Trump es el tema perfecto para hacer aflorar esos problemas. Por un lado, están quienes se inclinan por impulsarlo, con el sencillo argumento de que las violaciones de la ley que ha cometido Trump son más que suficientes para requerir ese remedio. Las más de las veces se trata de dirigentes que tienen la reelección asegurada en distritos donde los republicanos han encogido hasta ser testimoniales. Por otro lado, están quienes consideran arriesgado ese camino, porque podría galvanizar a los republicanos y complicar las chances de reelección de muchos demócratas en distritos competitivos o que tienen tradición de voto cruzado: a un partido distinto en cada categoría a elegir. Los primeros tienden a pensar que la elección presidencial de 2020 ya está ganada, los segundos, que hay una cuesta empinada que subir para ganar el Colegio Electoral.</span></div>
<br /><div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La indefinición demócrata beneficia a Trump en un nivel obvio: esquiva de momento la amenaza de destitución. Pero, más crucialmente, lo beneficia en otro: lo mantiene en el centro de la escena. Que la palabra </span><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">impeachment</span><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> esté en el aire le permite jugar a la victimización, a mostrarse en el lugar más paradójico posible para el líder más fuerte del mundo: el de perseguido. Trump tiene otra ventaja estratégica, que deriva del angostamiento ideológico de su base: le resulta más sencillo representar a un electorado más homogéneo. Esto se ve reforzado por otra cuestión en la que Trump se desmarca por completo de sus adversarios y de sus predecesores: está exclusivamente preocupado por representar y no (o no mucho) por gobernar. Vale decir, para Trump no importa en lo más mínimo no haber contado con la aprobación mayoritaria de la opinión pública desde el inicio de su gestión. Al contrario de cualquiera de sus predecesores, que no sólo gozaron por momentos de tasas de aprobación por encima de los votos obtenidos, sino que calibraron sus acciones de gobierno para tratar de alcanzar esas tasas, Trump está convencido de que para ejercer el poder basta con haber sido electo y con mantener luego la adhesión de los propios. Ese es el </span><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">new normal</span><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> al que sus adversarios no logran adaptarse. Trump les propone un duelo a muerte que los demócratas eluden porque entienden que la radicalización del enfrentamiento lo beneficia a él, pero al rehuirlo le facilitan salirse con la suya. En política no hay un árbitro para pitar las faltas contra las reglas de juego de ningún jugador: cuando hay un jugador que espera eso, el otro jugador probablemente se beneficie de la violación de las reglas, más aún si está convencido de que no hay tal violación, sino simplemente unas reglas nuevas: es problema es del adversario si no está anoticiado de que eso es así.</span></div>
<br /><div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Las críticas a Trump, por cierto, no caen en el vacío. Los demócratas también satisfacen la necesidad de representación de su propio electorado al realizarlas. Pero su incapacidad de hacer algo decisivo al respecto los pone en el rincón de la impotencia frente a un presidente que hace lo que se le antoja o, para ser precisos, que hace lo que favorece a intereses particulares, sin mayor consideración por alguna noción que pueda pasar por bien común.</span></div>
<br /><div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El juego tiene mucho de ruleta rusa, pero tal vez se esté jugando con un revólver con el tambor vacío. Nada le garantiza a Trump su reelección en noviembre de 2020, pero su capacidad de representar a una minoría electoralmente viable (una cuyo voto puede lograr la mayoría en el Colegio Electoral que elige presidente) le pone un piso alto a los demócratas. Esa capacidad de representación resiste casi impertérrita impugnaciones (como las que fundamenta el lapidario informe Mueller) que en el pasado hubieran herido de muerte a cualquier político de cualquier rango: cuando tanto los demócratas como la prensa liberal machaca con la colusión con Rusia, los efectos no tienen nada que ver con los que causaba el anticomunismo hasta la caída del Muro de Berlín y tampoco parecen importar mucho las inconductas presidenciales de otro tipo. La hiperpartidización conlleva la disculpa instantánea de los errores del bando propio y el blindaje ante las críticas de los ajenos. El anticomunismo o el reproche a Nixon funcionaron porque había </span><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">bipartisanship</span><span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">. Cuanto más demoren los demócratas en entender esto, más energía desperdiciarán en pegarle a Trump en donde ni a él ni a su electorado les duele.</span><br />
<span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><i style="background-color: white; box-sizing: inherit; color: #333333; font-family: "Libre Franklin", "Helvetica Neue", helvetica, arial, sans-serif; font-size: 13.3333px; white-space: normal;">* Coordinador del Programa de Política Internacional del </i><i style="background-color: white; box-sizing: inherit; color: #333333; font-family: "Libre Franklin", "Helvetica Neue", helvetica, arial, sans-serif; font-size: 13.3333px; white-space: normal;"><a href="http://lppargentina.org.ar/" style="background-color: transparent; border-bottom: 1px solid rgb(34, 34, 34); box-sizing: inherit; color: #222222; text-decoration-line: none; transition: color 80ms ease-in 0s, box-shadow 130ms ease-in-out 0s, -webkit-box-shadow 130ms ease-in-out 0s;">Laboratorio de Políticas Públicas</a></i><i style="background-color: white; box-sizing: inherit; color: #333333; font-family: "Libre Franklin", "Helvetica Neue", helvetica, arial, sans-serif; font-size: 13.3333px; white-space: normal;">.</i></span></div>
</span></div>
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Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7727600536909309628.post-79689511654014117392018-11-11T22:39:00.000-03:002019-07-08T14:35:12.952-03:00Trump herido, pero no de muerte<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<b><u><br /></u></b>
<br />
<a href="http://tiempo.infonews.com/nota/133675/una-senal-de-los-tiempos-que-cambian-lentamente" target="_blank"><img alt=" La columna original en el diario" border="0" j8="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRbVlHYb8ydXeA9aAiMSAptsbE-hEez7CeI81cXNY4vCykXr9HRG8hrE19hNnXpxYEHJarbcqS_mR0smiHyyACvI0XP21AM4c1Rpd0GPd7UO0ihyBhhZjkBqF-B37u4oEP6tBi-oUf2ItK/s1600/TArg.gif" style="background-color: white; border: 1px solid rgb(187, 187, 187); color: #333333; font-family: "trebuchet ms", verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.90625px; margin: 0px 0px 5px; padding: 4px;" /></a><br />
<b><u><br /></u></b>
<b><u>La ola azul no liquida a Trump</u></b><br />
<b>Domingo 11 de noviembre de 2018</b><br />
<i>Por Gabriel Puricelli</i><br />
<br />
¿Lo que no me mata, me fortalece? Por detrás de la furia indisimulada con la que Trump ha enfrentado a la prensa para ostentar lo que pretende se le reconozca como una “victoria” el 6 de noviembre es fácil adivinar las dudas que lo asaltan. Si nos atenemos a los hechos, la toma de control por el Partido Demócrata de la Cámara de Representantes mortifica al presidente en primer lugar por el poder que ésta tiene de citarlo a declarar en cualquier investigación que se lleve adelante sobre su desempeño. Eso es lo que explica la velocidad relampagueante con que se deshizo del Fiscal General Jeff Sessions, a quien hace meses venía criticando por no poner obstáculos a la investigación del fiscal especial Robert Müller, y su reemplazo interino por Matthew Whitaker, quien ha hecho saber que no cree que los representantes tengan derecho a citar al jefe de estado.<br />
<br />
Aún perdiendo por amplio margen en el voto popular, el Partido Republicano mantuvo el control del Senado. Como el recuento de los votos enviados por correo no termina aún en tres estados, no sabemos con qué margen de bancas: hasta el momento, aumentó en dos su ventaja. Con ello, Trump se asegura que no será destituido por un juicio político, ya que los dos tercios de votos senatoriales son inalcanzables, no sólo porque los republicanos son más, sino porque ahora hay más trumpistas entre ellos. Aún despejada esa duda, el presidente está fastidiado porque en la cámara baja habrá número hipotético suficiente para acosarlo non stop con investigaciones hasta noviembre de 2020, cuando él se imagina batallando por su reelección.<br />
<br />
La temida ola azul se materializó con el cambio de color de 31 bancas en la cámara baja. El Partido Demócrata amplió a 7,1% la ventaja en el voto popular del 2,1% que había obtenido en la elección presidencial de 2016 y ganó en los tres estados que volcaron el Colegio Electoral en favor de Trump hace dos años: Pensilvania, Wisconsin y Michigan. La oposición no sólo aumenta sus bancas (cosa que es bastante común en las elecciones a mitad del mandato presidencial), sino que lo hace con números entre los más altos para el Partido Demócrata en este tipo de elecciones. En las elecciones en los estados, no sólo le ha arrebatado siete gobernaciones a los republicanos, sino que ha avanzado en casi todas las legislaturas y ha estado tan cerca en Florida y Georgia que todavía no se ha podido oficializar un ganador en ninguno de esos dos estados. Incluso en un lugar donde los demócratas no lograron ganar un abanca en el Senado, como en Texas, tuvieron un candidato viable por primera vez en décadas.<br />
<br />
Aunque sólo un líder con la arrogancia y el narcisismo de Trump podría calificar de “victoria” este escenario, tampoco se puede sostener que su evidente derrota sea el fin de su proyecto político. Para nada. En primer lugar, hay que decir que dos de los cuatro objetivos de máxima de su presidencia conservadora ya fueron alcanzados antes de esta elección: imponer una mayoría conservadora en la Corte Suprema de Justicia (que puede durar décadas, dada la juventud relativa de los dos nueves jueces que nombró Trump) y la baja dramática de los impuestos a los ricos. El tercer objetivo, una renovación masiva de la infraestructura del país, tal vez se haya vuelto más sencillo ahora que los demócratas controlan la cámara baja: seguramente se quejarán menos de los nuevos gastos presupuestarios que esto implicará de lo que se hubieran quejado los republicanos más conservadores en lo fiscal. En definitiva, sólo uno de los objetivos de máxima de Trump 2016 ha quedado definitivamente fuera de su alcance: le eliminación de la reforma del seguro de salud, el Obamacare.<br />
<br />
¿Hacia dónde irá el Partido Demócrata? Nuevas y reforzadas caras de izquierda (desde Alexandria Ocasio-Cortez hasta Bernie Sanders) convivirán en el nuevo congreso con demócratas que lograron hacerse elegir en distritos conservadores prometiendo que no habrá control de armas y haciendo profesión de fe contraria al aborto legal. Ha habido más de una receta para ganar nuevas bancas y eso le ha dado al partido un gran triunfo. Sin embargo, ello no resuelve la fórmula para ganar, con una única receta nacional, frente a un Trump cuyo apoyo no se ha desfondado y que seguirá teniendo a favor una economía que lo ayudó a no ser arrasado esta vez y que no se debe descartar que lo ayude a volver a ganar en 2020.
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</script>Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7727600536909309628.post-81170504341837103362018-03-12T00:31:00.002-03:002018-03-13T00:55:11.708-03:00Brasil: la democracia, rehén de los jueces<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDhp_gy3QKtUrIfClSJ7b7CvmqMCEjAxobUw2pxvlbQ6SApiklYk0t4dLnEDOKU5qRjUReDp4bZEirSzufEUJgvf7up3esqc-eVd1cdEs3L_j_SDjKEbRrSMjZO8IxdEh5j_S05THmZ6iL/s1600/republica-de-curitiba.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="683" data-original-width="1024" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDhp_gy3QKtUrIfClSJ7b7CvmqMCEjAxobUw2pxvlbQ6SApiklYk0t4dLnEDOKU5qRjUReDp4bZEirSzufEUJgvf7up3esqc-eVd1cdEs3L_j_SDjKEbRrSMjZO8IxdEh5j_S05THmZ6iL/s400/republica-de-curitiba.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<a href="http://tiempo.infonews.com/nota/133675/una-senal-de-los-tiempos-que-cambian-lentamente" target="_blank"><img alt=" La columna original en el diario" border="0" j8="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRbVlHYb8ydXeA9aAiMSAptsbE-hEez7CeI81cXNY4vCykXr9HRG8hrE19hNnXpxYEHJarbcqS_mR0smiHyyACvI0XP21AM4c1Rpd0GPd7UO0ihyBhhZjkBqF-B37u4oEP6tBi-oUf2ItK/s1600/TArg.gif" style="background-color: white; border: 1px solid rgb(187, 187, 187); color: #333333; font-family: "trebuchet ms", verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.90625px; margin: 0px 0px 5px; padding: 4px;" /></a><br />
<b><u><br /></u></b><b><u>El Brasil de la heliastrocracia</u></b><br />
<b>11 de marzo de 2018</b><br />
<i>Por Gabriel Puricelli</i><br />
<br /></div>
El 27 de febrero, en una larga conversación con una de sus más duras críticas en la prensa, Mônica Bergamo, que la Folha de São Paulo publicó dos días después, Lula se definió, trágico, como “un hombre que sabe lo que le espera”. Exactamente una semana después, el Tribunal Superior de Justicia confirmaba esa convicción del ex-presidente brasileño, rechazando el hábeas corpus preventivo presentado por sus abogados para que se le asegurara que no enfrentará prisión hasta que la última instancia judicial haya revisado la condena de primera y segunda instancia que pesa sobre él por “corrupción pasiva y lavado de dinero”.<br />
<br />
La democracia en Brasil camina por una cornisa que se angosta cada vez más y cada decisión judicial en el proceso al líder del Partido de los Trabajadores la acerca más al precipicio. Lula carece de cualquier privilegio para hacer frente a sus acusadores, pero es el hombre que lidera (sin siquiera la sombra de un perseguidor cercano) las encuestas de opinión para la elección presidencial de octubre. No está aquí en discusión simplemente el futuro de un viejo líder. Si hiciera falta aclararlo, no se trata de un hombre providencial, si es que los hombres providenciales existen. Lo que está en riesgo es la posibilidad de que la palabra del soberano, del pueblo brasileño, ponga un cierre a un proceso de deterioro de la legitimidad democrática en el país que arrancó con la destitución de Dilma y se profundiza cada día que el gobierno que la sucedió lleva adelante su acción con el apoyo de menos del 5% de la población.<br />
<br />
En tanto el juicio político a Dilma fue el camino constitucional que el Congreso encontró para forzar un cambio de gobierno sin consultar a los brasileños en las urnas, sólo una nueva consulta podrá enderezar ese grosero ultraje al espíritu constitucional y democrático. Si en esa consulta no compite, para ganar o para ser derrotado, el candidato que seguidores y detractores saben que es el que cuenta con más apoyo, quien sea que gane las elecciones de octubre arrancará su mandato con un déficit de legitimidad parecido al que tiene hoy el pentacampeón de la impopularidad, Michel Temer.<br />
<br />
No cabe duda de que el Partido de los Trabajadores gobernó mediante una alianza con sectores de centroderecha y derecha que se mantuvo unida, en parte, mediante un mecanismo ilegal (fisiológico, dicen en Brasil) de compra y recompra de la lealtad de sus parlamentarios. Hay evidencia, también, de que cuadros del propio PT participaron del cobro de esos peajes espurios. De más está decir que cada acto de corrupción probado merece su condena en sede judicial. Sin embargo, el juicio sobre la obra de gobierno que se llevó adelante usando esos, entre otros mecanismos (incluyendo todos los legales en manos de los gobernantes), le cabe sólo al soberano. Esta piedra basal de la democracia ha sido removida en Brasil para implantar lo que llamaremos una heliastocracia, un régimen donde los jueces (los heliastas en la Grecia clásica) se arrogan el monopolio de la decisión de quién puede ser candidato con el procedimiento penal como mera coartada. Con un poco de pereza intelectual, a ese nuevo régimen que tiene como mascarón de proa a Sergio Moro, juez de esa jurisdicción, se lo llama República de Curitiba, olvidando que en ausencia de poderes equilibrantes no se puede hablar de república. Y los jueces (y el ministerio público fiscal) escapan hoy a cualquier forma de control proporcionado de parte de los otros dos poderes, reducidos a ruinas por acciones propias y por una estrategia deliberada de demolición de los propios jueces.<br />
<br />
En manos de ellos está hoy permitir o no que la elección presidencial sea un ejercicio de regeneración y de retorno pleno a la democracia.</div>
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Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7727600536909309628.post-91750014734552565152017-05-09T08:40:00.004-03:002017-05-10T10:57:07.505-03:00La France, comme si de rien n'était<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<b><u><span id="goog_1182334107"></span><span id="goog_1182334108"></span>Macron: la continuidad por toda novedad</u></b><br />
<span style="font-weight: bold;">Martes 9 de mayo de 2017</span><br />
<i>Por Gabriel Puricelli</i><br />
<br />
La victoria contundente de Emmanuel Macron contiene menos novedad de lo que el nuevo presidente de Francia querría admitir. No se trata del primer adulto joven en llegar a un cargo tan importante en un país tan relevante (baste pensar en Bill Clinton o en Tony Blair, que al llegar al poder tenían una edad cercana a la de este nuevo líder del G7). No se trata de una plataforma de ruptura con el gobierno actual. En fin, su movimiento <i>En Marche!</i> no es mucho más que un reagrupamiento transversal de políticos profesionales.<br />
<br />
Para una elección durante cuya primera vuelta quedó en evidencia la soledad política en medio de la cual expiraba el quinquenio de François Hollande, que su sucesor sea quien fue su ministro de Economía es una paradoja curiosa y es la evidencia más elocuente de la continuidad inesperada que encarna Macron.<br />
<br />
Tampoco podemos pasar por alto cómo un <i>énarque</i> reemplaza en la presidencia a otro: la Escuela Nacional de Administración, una de las grandes escuelas terciarias de Francia, concebida para surtir de cuadros de dirección al estado vuelve a contar con uno de los suyos en el vértice de la nación, el cuarto de la V República, después de Valéry Giscard d'Estaing, Jacques Chirac y el presidente saliente.<br />
<br />
Lo que en televisión aparece como frescura y novedad puede ser en realidad el fruto orgánico de un orden para el que las elecciones son el momento de plebiscitarse. Es cierto que la segunda vuelta entre Macron y Marine Le Pen es la primera de la que están ausentes los campos tradicionales de la política democrática francesa, pero es la segunda, después de 2002, en la que la política tradicional (esta vez con parte de esos dos campos fundidos en un candidato que intenta “promediarlos”) y con ella su élite, se plebiscitan frente al desafío antisistema, primero, del fascismo crudo de Jean-Marie Le Pen y, esta vez, de la versión bajas calorías de lo mismo dirigida por la hija de aquel. En el caso de Chirac, el plebiscito no sólo fue contundente (más del 80% de los votos), sino que la elección indicó una clara dirección de centroderecha para el futuro gobierno, sin el embrollo de la cohabitación esquizofrénica Mitterrand-Chirac o Chirac-Jospin. Esta vez, con Macron, figura principal de un movimiento embrionario que tanto podrá consolidarse como sufrir su primer derrota en las elecciones parlamentarias de junio, recibe un mandato más débil dada la caída de la participación electoral, la casi duplicación de los votos del Frente Nacional respecto de 2002 y la naturaleza híbrida de su mensaje ideológico.<br />
<br />
La elección de Macron, en fin, es una reivindicación tardía de Dominique Strauss-Kahn, el referente socialista que se encaminaba a una coronación en primera vuelta en 2012 hasta que se descalificó a sí mismo con un intento de violación de una mucama de un hotel de Nueva York. En un curioso juego de espejos, así como el libertino socialista que todos conocían y ansiaban votar en el turno anterior quedó fuera de carrera por un crimen intolerable, esta vez fue François Fillon, el mojigato abanderado del conservadurismo católico, el que se autoeliminó cuando emergió a la luz su ejercicio del nepotismo y su enriquecimiento a costa de los contribuyentes. El camino que se le cerró en 2012 al primer exponente realmente popular de la corriente social-liberal del Partido Socialista, se le despejó en 2017 a su hijo putativo, que tuvo que abandonar un Partido Socialista (averiado por la adopción de las tesis social-liberales como doctrina de gobierno) para poder lanzarse al ruedo.<br />
<br />
<div>
Tal como lo supo prontamente Hollande en 2012, los dados de la fortuna pueden mostrar el día de la elección sus caras ideales, pero no se puede esperar que caigan del lado correcto cada día de gobierno. El presidente saliente nunca superó su condición de presidente <i>par défaut</i>, de hombre que llegó al Elíseo en lugar de otro, de alguien que se benefició no sólo del derrape del corredor más veloz, sino de correr contra un predecesor que había federado todos los odios de Francia en contra de sí. Desprovisto de carisma y de anclaje sólido en ninguna de las corrientes ideológicas del partido, navegó en el mar de las contradicciones entre éstas y las lanzó unas contra otras, sumando al fracaso de su zigzagueo en la gestión la detonación implosiva del partido que el genio de François Mitterrand unificara en 1971.<br />
<br />
Macron tuvo la suerte de que el mezquino Primer Ministro que le tocó en desgracia cuando Hollande lo sumó al gabinete fuera Manuel Valls. El representante impenitente de la derecha del PS se encargó de echarlo del gobierno, impidiendo que compitiera contra él en las primarias. Forzado a improvisar una balsa política que miraba más hacia las elecciones de 2022 que a las de este año, Macron se halló de pronto a distancia óptima de la inminente implosión del PS. Justicia quiso que Valls perdiera igual las primarias del partido gobernante. La corrupción de Fillon completó el alineamiento de los planetas.<br />
<br />
No abonamos aquí a la idea de que estemos frente a un presidente por casualidad: todo en la biografía de Macron lo preparó para la responsabilidad que está a punto de asumir. Todo en su carta de navegación lo orientaba, aunque tal vez más tarde, al Palacio del Elíseo. Francia y sus instituciones lo acogieron para prepararlo junto a otro puñado de sus mejores y más brillantes. Sorteó con destreza obstáculos y se encaramó a las oportunidades. Macron tiene en sus manos la presidencia, un partido de gobierno por construir y una mayoría parlamentaria por ganar. Nada indica que no vaya a lograrlo, pero nada indica que todo vaya a resultar tan fácil como lo fue hasta ahora.<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
</div>
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<div class="separator" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;">
<img border="0" height="231" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIw2SzJbcs2O78izBNOnKCqqwYfEwrMrnil117bEm7zvBQ9B5OgMpODbDp7u3_KvEI8NpY0JltEtN4ktn08bnzCTYxOy9yxNTcrKEoTXWAPSfAlawLEmjjszG3vwH7P8rO1aFh7SvvYv_2/s400/trump-670x388.jpg" width="400" /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
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</div>
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<b><u><br /></u></b><b><u>The Donald, surfer de la furia</u></b><br />
<b>13 de noviembre de 2016</b><br />
<i>Por Gabriel Puricelli</i><br />
<br /></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.666666666666666px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">“Sé cómo ganar” fue una las frases que se escucharon de Donald Trump durante la campaña electoral. La invariable arrogancia con que la pronunció se estrelló contra la autosuficiencia de sus adversarios, que hicieron caso omiso de la letra chica de las encuestas y su advertencia de que la intención de voto medida se podía considerar segura dentro de cierto margen de error. Porque no cabe endosar a las encuestas la perplejidad con la que se recibió la confirmación de que Trump sí sabía cómo ganar, sino a la expresión de deseos que blindó no sólo a quienes estaban en competencia con él, sino a una mayoría abrumadora de los observadores.</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<br /></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.666666666666666px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">De los dos candidatos, ganó la competencia quien fue capaz de ser tomado como la mejor arma de protesta contra el otro. Parados ambos sobre dos sólidos bloques electorales de no menos de 40% de los votos, la estocada la dio quien fue capaz de lograr que a una mayoría de indecisos le costara menos aceptarlo como el modo de herir al otro. El “concurso de impopularidad” como inapelablemente lo bautizara la revista británica </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.666666666666666px; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">The Economist</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.666666666666666px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> se saldó con un resultado que nunca estuvo fuera de lo posible, pero en el que las élites políticas, culturales y mediáticos se rehusaron a creer, sin lograr arrastrar en ese rechazo a ese 1% de los votantes que alcanzó para vocar del lado de Trump los delegados al Colegio Electoral de Wisconsin, Michigan y Pensilvania.</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<br /></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.666666666666666px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Nada puede minimizar este triunfo como síntoma de la erosión de la legitimidad que corroe a las democracias del mundo desarrollado. Las miserias de posición percibidas por una minoría cada vez más numerosa surgen del retroceso de las clases medias y de la convicción que se hace carne entre quienes precariamente se aferran a esa condición social de que no habrá ascenso para ellos como lo hubo para las generaciones de posguerra y no lo habrá para sus sucesores. El triunfo de Trump debe inscribirse en un fenómeno que ya impactó y continuará impactando a Europa y no hay modo de ignorarlo.</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<br /></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 14.666666666666666px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Consolarse con la coincidencia de algunas de sus promesas con los rechazos que definen las posturas progresistas de otras fuerzas en todas las latitudes del globo es una actitud contra la que es necesario advertir, no porque nos hiera la imbecilidad de quienes se dan ese consuelo, sino porque minimiza la vocación restauradora con la que Trump barrena la ola de furia que lo depositó en la Casa Blanca.</span></div>
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</script><br />
<div class="zemanta-pixie" style="height: 15px; margin-top: 10px;">
<a class="zemanta-pixie-a" href="http://www.zemanta.com/?px" title="Enhanced by Zemanta"><img alt="Enhanced by Zemanta" class="zemanta-pixie-img" src="https://img.zemanta.com/zemified_h.png?x-id=a4077d3f-4d85-43f3-bf79-b55361d0ed1d" style="border: none; float: right;" /></a></div>
<br />Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7727600536909309628.post-81823776323403036572016-09-12T01:15:00.002-03:002016-09-12T11:27:09.506-03:00A 15 años del atentado contra las Torres Gemelas<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8DjNP-52Wk0N1vXNgemHqBo0cCwo1RXf9NDtLCC6d2bvYjNRDj8LhXQgaURY6ixgdMSxGvnR6BxGN4O5Q7mroQSzixSWn5i3QwsydoS1Rce5pZTg-ojWjwQ_ZHqsg3EIg_FOF-Jy8ozGm/s1600/4df81af621da05d957cfb5dd66f8d75d.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; display: inline !important; line-height: 1.38; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" height="260" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8DjNP-52Wk0N1vXNgemHqBo0cCwo1RXf9NDtLCC6d2bvYjNRDj8LhXQgaURY6ixgdMSxGvnR6BxGN4O5Q7mroQSzixSWn5i3QwsydoS1Rce5pZTg-ojWjwQ_ZHqsg3EIg_FOF-Jy8ozGm/s400/4df81af621da05d957cfb5dd66f8d75d.jpg" width="400" /></a><br />
<br />
<div dir="ltr" id="docs-internal-guid-5e9d86c8-1c90-deaf-0402-85f7581b3cce" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<a href="http://tiempo.infonews.com/nota/133675/una-senal-de-los-tiempos-que-cambian-lentamente" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;" target="_blank"><img alt=" La columna original en el diario" border="0" j8="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRbVlHYb8ydXeA9aAiMSAptsbE-hEez7CeI81cXNY4vCykXr9HRG8hrE19hNnXpxYEHJarbcqS_mR0smiHyyACvI0XP21AM4c1Rpd0GPd7UO0ihyBhhZjkBqF-B37u4oEP6tBi-oUf2ItK/s1600/TArg.gif" style="background-color: white; border: 1px solid rgb(187, 187, 187); color: #333333; font-family: "trebuchet ms", verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.9063px; margin: 0px 0px 5px; padding: 4px;" /></a><span style="font-family: inherit; font-weight: 700; text-decoration: underline; vertical-align: baseline;"></span><br />
<span style="font-family: inherit; font-weight: 700; text-decoration: underline; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: inherit; font-weight: 700; text-decoration: underline; vertical-align: baseline;"><br /></span></span>
<span style="font-family: inherit; font-weight: 700; text-decoration: underline; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: inherit; font-weight: 700; text-decoration: underline; vertical-align: baseline;"><br /></span></span>
<span style="font-family: inherit; font-weight: 700; text-decoration: underline; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: inherit; font-weight: 700; text-decoration: underline; vertical-align: baseline;"><br /></span></span>
<span style="font-family: inherit; font-weight: 700; text-decoration: underline; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: inherit; font-weight: 700; text-decoration: underline; vertical-align: baseline;"><br /></span></span>
<span style="font-family: inherit; font-weight: 700; text-decoration: underline; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: inherit; font-weight: 700; text-decoration: underline; vertical-align: baseline;"><br /></span></span>
<span style="font-family: inherit; font-weight: 700; text-decoration: underline; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: inherit; font-weight: 700; text-decoration: underline; vertical-align: baseline;"><br /></span></span>
<span style="font-family: inherit; font-weight: 700; text-decoration: underline; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: inherit; font-weight: 700; text-decoration: underline; vertical-align: baseline;"><br /></span></span>
<span style="font-family: inherit; font-weight: 700; text-decoration: underline; vertical-align: baseline;">Los efectos perdurables de una atrocidad</span><br />
<span style="font-family: inherit; font-weight: 700; vertical-align: baseline;">Domingo 11 de septiembre de 2016</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: inherit; font-style: italic; vertical-align: baseline;">Por Gabriel Puricelli</span></div>
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: inherit; vertical-align: baseline;">El atroz crimen cometido por los seguidores de Osama Bin Laden hace 15 años sigue siendo el telón de fondo sobre el que se recortan todos los atentados terroristas cometidos por los jihadistas desde entonces. El derrumbe de las Torres Gemelas es también la imagen que atormenta a un establishment político y de defensa de los EE.UU. que se encuentra desde aquel momento enfrentado a la paradoja de controlar el poder más letal que haya estado nunca en manos de una única superpotencia y no poder, sin embargo, ordenar el mundo a su voluntad.</span></div>
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="vertical-align: baseline;">El 11 de septiembre de 2001 dio lugar a una reorientación radical de la política exterior estadounidense, que abandonó de un plumazo el realismo y adoptó una doctrina revolucionaria pergeñada por los </span><span style="font-style: italic; vertical-align: baseline;">neocons</span><span style="vertical-align: baseline;"> que rodeaban a George W. Bush, en cuyo corazón había una idea: impulsar un cambio de régimen en los países considerados una amenaza, bajo el supuesto de que la democratización los haría amigos de los EE.UU. El banco de pruebas fue Irak, con consecuencias que se ven claramente en la hecatombe de violencia y muertes en masa que arrasa hoy a parte de Medio Oriente y el norte de África.</span></span></div>
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: inherit; vertical-align: baseline;">El atentado del que hoy se cumplen 15 años contuvo también dos novedades estratégicas. Por un lado, fue la puesta en práctica de una amenaza: llevar el frente de batalla a los países que encarnan al “infiel”. Por el otro, fue la demostración de la escala del daño que se podía causar prescindiendo de cualquier tecnología bélica. Esas dos novedades se hicieron rutina, con atentados repetidos en ciudades europeas y de países aliados de los EE.UU., llevados a cabo por medios o bien poco sofisticados o bien no convencionales y a la vez absolutamente ordinarios: de los aviones comerciales al camión del reciente atentado en Niza, sin desdeñar, claro, las armas de fuego. </span></div>
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="vertical-align: baseline;">Pero allí donde los terroristas han persistido con modos de causar muerte que han probado su eficacia sangrienta, los EE.UU. han abandonado la doctrina </span><span style="font-style: italic; vertical-align: baseline;">neocon</span><span style="vertical-align: baseline;"> y abrazado una peculiar forma del realismo centrada en los asesinatos selectivos. Esta estrategia, transformada en doctrina en un dictamen del primer Fiscal General de la presidencia de Barack Obama, Eric Holder, ha incluido la ejecución extrajudicial del cerebro del atentado de Nueva York y de decenas de otros “combatientes enemigos” en media docena de países distintos, seguida de una estela de muertes de quienes estaban cerca de donde distintos aviones no tripulados lanzaron sus misiles: “daños colaterales”.</span></span></div>
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: inherit; vertical-align: baseline;">La devastación del sur de Manhattan ha tenido efectos pedagógicos perdurables. Convenció a parte de los estadounidenses de que “allá afuera” todo es peligro y alimenta, hasta hoy, pulsiones aislacionistas y belicistas que son activadas en provecho propio por distintos líderes domésticos. Demostró a bolsones significativos de comunidades de origen inmigrante en los propios EE.UU. y en Europa que hay un terrorismo hágalo-usted-mismo al alcance de la mano, promoviendo así el accionar tanto de grupúsculos sociopáticos como de movimientos fundamentalistas más amplios.</span></div>
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</script><br />
<div class="zemanta-pixie" style="height: 15px; margin-top: 10px;">
<a class="zemanta-pixie-a" href="http://www.zemanta.com/?px" title="Enhanced by Zemanta"><img alt="Enhanced by Zemanta" class="zemanta-pixie-img" src="https://img.zemanta.com/zemified_h.png?x-id=a4077d3f-4d85-43f3-bf79-b55361d0ed1d" style="border: none; float: right;" /></a></div>
<br />Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7727600536909309628.post-12309531281478267612016-03-14T13:17:00.001-03:002016-03-14T13:28:50.068-03:00Sanders puede hacer un mundo de Michigan<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj05qFBFYJa2h9XzK2PAic0Kc1osc66eMTYbjTSpylfYBZMxouYg9MDz05p8Kbeq8oNpjSLloQSV2hEgwt4slq6ZHqNOTxyATe4PgW22BpE8DKtcgs1IOLrBapb7_kqPlkBPY7oOOQDpAyX/s1600/CdFIqb8WwAAhQni.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj05qFBFYJa2h9XzK2PAic0Kc1osc66eMTYbjTSpylfYBZMxouYg9MDz05p8Kbeq8oNpjSLloQSV2hEgwt4slq6ZHqNOTxyATe4PgW22BpE8DKtcgs1IOLrBapb7_kqPlkBPY7oOOQDpAyX/s400/CdFIqb8WwAAhQni.jpg" width="400" /></a></div>
<a href="http://www.pagina12.com.ar/commons/imgs/p12.gif" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://www.pagina12.com.ar/commons/imgs/p12.gif" /></a><br />
<span style="font-size: small;"><span style="background-color: rgba(255 , 255 , 255 , 0); font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b><u><br /></u></b></span></span>
<span style="font-size: small;"><span style="background-color: rgba(255 , 255 , 255 , 0); font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b><u><br /></u></b></span></span>
<span style="font-size: small;"><span style="background-color: rgba(255 , 255 , 255 , 0); font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b><u><br /></u></b></span></span>
<span style="font-size: small;"><span style="background-color: rgba(255 , 255 , 255 , 0); font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b><u><br /></u></b></span></span>
<span style="font-size: small;"><span style="background-color: rgba(255 , 255 , 255 , 0); font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b><u>Lunes 14 de marzo de 2016</u></b></span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="background-color: rgba(255 , 255 , 255 , 0); font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b>Michigan, el mundo de Sanders</b></span></span><br />
<i style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;">Por Gabriel Puricelli</i><br />
<br />
Hasta el propio Bernie Sanders se había ido a dormir antes de que fuera proclamado el ganador de la primaria demócrata del martes pasado en el estado de Michigan. Ese solo hecho debería bastar para dar una dimensión tanto de la sorpresa que su ajustada victoria significó, como de la confianza casi ciega que sociedades modernas como la estadounidense depositan en los oráculos contemporáneos. No vamos a caer aquí en pronosticar lo contrario de sus supuestas profecías, porque seguramente contribuiríamos a reforzar el prestigio de quienes las anuncian al (con toda probabilidad) equivocarnos. Sin embargo, estamos obligados a señalar cómo la impostura de quienes se creen capaces de adelantarnos el final de la película escamotea la discusión de aquello que es importante y que ya ha emergido en estas primarias como la cuestión que las definirá en perspectiva histórica.<br />
<br />
No se trata simple o solamente de hacer leña de los encuestadores caídos después de anunciar que Hillary Clinton ganaría el estado del medio oeste por más de 20 puntos porcentuales: las encuestas no son, en definitiva, más que la munición con que cargan sus armas los pundits, los analistas y los observadores “informados” que dominan el aire televisivo y radiofónico y el flujo de los bits en las sitios web periodísticos. Los mismos que habían comprado pochoclo para ver una remake de Clinton vs. Bush casi un cuarto de siglo después, reservan su mejor cara de sorpresa para hablar de los estragos que está haciendo Donald Trump en la interna republicana, pero recuperan su mejor cara de suficiencia para tranquilizar a quienes los escuchan con la aseveración de que la normalidad está a salvo porque los demócratas elegirán inevitablemente a Hillary. La posibilidad de que el desempeño de Sanders anuncie una nueva normalidad escapa casi por completo a análisis pertrechados de series históricas de datos que posibilitan una visión despejada por el espejo retrovisor pero que iluminan de manera incierta lo que viene.<br />
<br />
En lugar de sorprendernos por el comportamiento electoral de los estadounidenses, convendría compararlo con el de los ciudadanos de otras democracias en el hemisferio norte. En efecto, la huida desde el centro hacia izquierdas y derechas de tonos más fuertes es un fenómeno que en los años posteriores a la crisis financiera del 2008 se ha verificado en cada votación en la mayoría de esos países. La movilización de sectores que se habían acostumbrado al abstencionismo también apareció como un rasgo repetido. Sin transformar esto que constatamos al comparar, en una tendencia que debería verificarse mecánicamente en todo el mundo desarrollado, no es descabellado suponer que la erosión de la legitimidad de estos distintos sistemas políticos, que se manifiesta en el abandono masivo de adhesiones políticas consolidadas, está detrás de la emergencia de nuevos partidos y liderazgos también en los EE.UU.<br />
<br />
La relevancia inocultable de Sanders reside allí. Y Michigan lo pone en evidencia no tanto por la sorpresa, sino porque la composición social del estado es muy representativa del promedio de los EE.UU. actuales y es muy similar a la que tienen la mayoría de los estados que van a votar desde el 15 de marzo en adelante. La ventaja que Hillary tiene entre los superdelegados que votarán en la convención demócrata en Filadelfia en julio, pero que no son electos en las primarias, hace que sí sea muy difícil que Sanders llegue a ser el candidato, pero el sesgo que el senador socialista le ha dado al debate político ya marca decididamente la campaña.<br />
<br />
Hay otro factor que se omite: la manufactura del consenso político en EE.UU. se situó en el “centro” en el contexto histórico de la Guerra Fría. Con un anticomunismo al que sólo le faltaba ser mencionado en la constitución, a la democracia estadounidense se le habían amputado conceptos que habían circulado libremente en su seno hasta el período de entreguerras. Un veterano como Sanders funciona como un filamento entre el presente y una tradición que fue marginada, pero lo significativo son los menores de 40 años que, votando en proporciones de hasta dos a uno por él sobre Hillary, muestran que las palabras prohibidas de otro tiempo pueden ser pronunciadas de nuevo.<br />
<br />
Está suficientemente dicho y repetido lo que Trump significa como amenaza para el sistema político de su país y para el mundo en el que su país es la única superpotencia. Bien dicho. No dejemos de lado, sin embargo, la consideración de la campaña “insurgente” de Sanders y su contribución a que el debate político incorpore los temas y demandas que han sido parcialmente ignoradas en las últimas tres décadas. Sin su concurso, el juego de la deslegitimación de Trump tendría muchas más posibilidades de arrasar con todo.
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<div class="zemanta-pixie" style="height: 15px; margin-top: 10px;">
<a class="zemanta-pixie-a" href="http://www.zemanta.com/?px" title="Enhanced by Zemanta"><img alt="Enhanced by Zemanta" class="zemanta-pixie-img" src="http://img.zemanta.com/zemified_h.png?x-id=a4077d3f-4d85-43f3-bf79-b55361d0ed1d" style="border: none; float: right;" /></a></div>
<br />Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7727600536909309628.post-25899663684575222862015-07-21T07:35:00.002-03:002015-07-21T14:26:52.741-03:00Se termina la guerrita fría<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4R-yllMqgwblnl5IQTRDSNXzQltpX0GrPrTf5Emlh02K0s83Q_pHvNxzWb1uQJOHXW9jcx7wxxtjOxyjpt7OsdKSKFberkzkRm_Z-eh83FI1kpcSt7f64IZOKzlD40I9J_cAIZyaULxhk/s1600/OBAMA-Y-CASTRO.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="216" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4R-yllMqgwblnl5IQTRDSNXzQltpX0GrPrTf5Emlh02K0s83Q_pHvNxzWb1uQJOHXW9jcx7wxxtjOxyjpt7OsdKSKFberkzkRm_Z-eh83FI1kpcSt7f64IZOKzlD40I9J_cAIZyaULxhk/s400/OBAMA-Y-CASTRO.jpg" width="400" /></a></div>
<a href="http://tiempo.infonews.com/nota/133675/una-senal-de-los-tiempos-que-cambian-lentamente" target="_blank"><img alt=" La columna original en el diario" border="0" j8="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRbVlHYb8ydXeA9aAiMSAptsbE-hEez7CeI81cXNY4vCykXr9HRG8hrE19hNnXpxYEHJarbcqS_mR0smiHyyACvI0XP21AM4c1Rpd0GPd7UO0ihyBhhZjkBqF-B37u4oEP6tBi-oUf2ItK/s1600/TArg.gif" style="background-color: white; border: 1px solid rgb(187, 187, 187); color: #333333; font-family: 'Trebuchet MS', Verdana, Arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.90625px; margin: 0px 0px 5px; padding: 4px;" /></a><br />
<b><u><br /></u></b>
<b><u>El fin de otra antigualla</u></b><br />
<b>21 de Julio de 2015</b><br />
<i>Por Gabriel Puricelli</i><br />
<br />
Los autazos remendados que se pavonean por el malecón de La Habana empezaban a parecer nuevos frente al anacronismo de la ausencia de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos.
La decisión de Raúl Castro y Barack Obama de ingresar tardíamente en la era de la post Guerra Fría, que arrancó hace más un cuarto de siglo, tiene en la reapertura formal de sedes diplomáticas en sus respectivas capitales un momento que es tanto de clímax como de anticlímax. Lo uno, porque escriben una página que está automáticamente inscripta en los libros de historia. Lo otro, porque si se repasa la agenda posible de la relación bilateral ahora que tomó la ruta de la normalidad, resulta casi menos conflictiva que la agenda entre Noruega y Suecia.<br />
<br />
Miremos con perspectiva: Estados Unidos tiene con México una relación en la que debe lidiar con problemas de una dimensión que hace que los que tiene o pueda tener con Cuba resulten irrisorios. Narcotráfico, inmigración ilegal y violencia, por nombrar sólo los negativos. Los mismos que figuran al tope del ranking en la relación de Washington con los países inmediatamente al sur de México.
La amenaza no proviene de los estados, sino de sociedades en tensión, agrietadas por la desigualdad, atraídas y repelidas por el rumor de la sala de máquinas del capitalismo norteamericano. Flujos de inversiones compensan parcialmente el lado oscuro de ese orden del día.<br />
<br />
En cambio, Cuba no es una amenaza existencial para los Estados Unidos desde que los soviéticos desarmaron sus lanzaderas misilísticas en 1962 y hace rato que ha dejado de desafiar con su apoyo espiritual o material a insurgencias latinoamericanas o africanas. Al contrario, La Habana es la Oslo del Caribe a la hora de poner la mesa para las guerrillas colombianas y el gobierno de Bogotá. Hasta Raúl Castro puede funcionar de sordina de la trompeta de Nicolás Maduro cuando hay una cumbre como la reciente en Panamá.<br />
<br />
Todos los problemas que venimos de repasar tienen una escala y un nivel de dificultad que empequeñecen las cuitas que provoca Cuba en Washington. Y no hablamos siquiera de los problemas que presenta para la única potencia contemporánea el vasto escenario que va desde Libia hasta Pakistán.
Cuba no tiene nada dañino que exportar a su vecino geográficamente más cercano y Estados Unidos no encuentra ya razones para negarle a sus empresas la posibilidad de asociarse provechosamente con el estado castrista como lo han hecho españoles o canadienses, por nombrar sólo a dos jugadores grandes en el gran lagarto verde.<br />
<br />
¿Borra este inventario 50 años de desconfianza? No de un plumazo. ¿Elimina esta auditoría veloz las ganancias retóricas que ambos gobiernos pueden obtener frente a sus ciudadanos criticándose mutuamente? Menos todavía. Sin embargo, nos mentiríamos a nosotros mismos si no describiéramos esta realidad material que ha debilitado para siempre las bases de esa desconfianza y la justificación de esa retórica.<br />
<br />
Nixon fue a China arriesgando infinitamente más de lo que puso en juego Obama para este restablecimiento del vínculo con Cuba. Y lo mismo vale al comparar a Mao con el más joven de los Castro.
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<div class="zemanta-pixie" style="height: 15px; margin-top: 10px;">
<a class="zemanta-pixie-a" href="http://www.zemanta.com/?px" title="Enhanced by Zemanta"><img alt="Enhanced by Zemanta" class="zemanta-pixie-img" src="http://img.zemanta.com/zemified_h.png?x-id=a4077d3f-4d85-43f3-bf79-b55361d0ed1d" style="border: none; float: right;" /></a></div>
<br />Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7727600536909309628.post-69548590734138279682015-07-15T07:35:00.001-03:002015-07-15T07:35:06.370-03:00Un acuerdo para que Irán no prolifere<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg69RWeXRYN9kBUI0LTDb1I2S-zc-7JY1nGqgCBIX085ZPEppghL5XS1D-Q-rb07BBkSCPI95C_792P8BNQHT_BS0x3UKGw9YRqHvCC69RrJy36wlD2KEGVRP_obSGnxFpjitjd2pNuDIh1/s1600/19656833645_894484a568_z.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg69RWeXRYN9kBUI0LTDb1I2S-zc-7JY1nGqgCBIX085ZPEppghL5XS1D-Q-rb07BBkSCPI95C_792P8BNQHT_BS0x3UKGw9YRqHvCC69RrJy36wlD2KEGVRP_obSGnxFpjitjd2pNuDIh1/s400/19656833645_894484a568_z.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<a href="http://tiempo.infonews.com/nota/133675/una-senal-de-los-tiempos-que-cambian-lentamente" target="_blank"><img alt=" La columna original en el diario" border="0" j8="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRbVlHYb8ydXeA9aAiMSAptsbE-hEez7CeI81cXNY4vCykXr9HRG8hrE19hNnXpxYEHJarbcqS_mR0smiHyyACvI0XP21AM4c1Rpd0GPd7UO0ihyBhhZjkBqF-B37u4oEP6tBi-oUf2ItK/s1600/TArg.gif" style="background-color: white; border: 1px solid rgb(187, 187, 187); color: #333333; font-family: 'Trebuchet MS', Verdana, Arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.90625px; margin: 0px 0px 5px; padding: 4px;" /></a><br />
<b><u>Un hijo inesperado de la Primavera Árabe</u></b><br />
<b>Miércoles 15 de julio de 2015</b><br />
<i>Por Gabriel Puricelli</i><br />
<br />
Cuando <a href="https://twitter.com/FedericaMog/status/620894167057702912">Federica Mogherini tuiteó “Hecho. Tenemos el acuerdo”</a>, toda la tensión de meses discutiendo la letra fina de cómo encuadrar a Irán en un régimen (temporario) de no proliferación se disipó y el mundo quedó frente a un hecho de la envergadura de la firma de la paz entre Israel y Egipto. Es necesario remontarse a 1978 para encontrar un evento de semejante significación para la seguridad del planeta. La alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad fue la encargada de darle una cara fresca al resultado de negociaciones conducidas tras bambalinas a cara de perro, luego de que Irán tuviera que rendirse ante el costo económico de años de sanciones internacionales y aceptar que su uso de la tecnología nuclear sea supervisado de manera detallada e intrusiva por la Agencia Internacional de Energía Atómica.<br />
<br />
Pero las negociaciones no sólo fueron posibles porque Irán tuvo que doblarse para que no se rompiera el consenso doméstico que mantiene en pie a la teocracia de los ayatolás, sino porque EE.UU., sus aliados europeos, Rusia y China han llegado a la conclusión de que necesitan un Irán estable para restablecer alguna forma de equilibrio geoestratégico en un Medio Oriente estallado luego de la primavera árabe, engullido hoy por la inestabilidad y el debilitamiento de varios estados soberanos en las orillas asiática y africana del Mediterráneo. Un ejercicio del más estricto realismo muestra no sólo que el combate al Estado Islámico en (lo que fueron) Irak y Siria se basa ya en una alianza de hecho entre estadounidenses e iraníes, sino que a mediano plazo Arabia Saudita necesita ser equilibrada por otro actor de peso militar y unidad doméstica similar para que no se aventure en un expansionismo que termina en el financiamiento de fuerzas siniestras como EI.<br />
<br />
La necesidad de todos tiene cara de hereje: los tres países europeos que fueron parte de las duras negociaciones, Alemania, Francia y el Reino Unido saben también que la consolidación de la baja de los precios del petróleo (que se esperanzan ayudará a dinamizar sus economías en algún caso anémicas) dependen de la normalización de las exportaciones iraníes de crudo y que el flujo sin fin de refugiados que intentan alcanzar las costas o las fronteras de la UE sólo amainará en parte si Medio Oriente deja de expulsar poblaciones enteras.<br />
<br />
Rusia y China, en fin, lograron hacer de las negociaciones no sólo una oportunidad de proteger a un aliado, sino de cooperar con las cuatro naciones occidentales que participaron del proceso, morigerando los efectos de las tensiones militares o económicas que los oponen en otros escenarios.
<br />
<br />
Los beneficios de que <a href="http://eeas.europa.eu/statements-eeas/2015/150714_01_en.htm">el acuerdo</a> se cumpla al pie de la letra son obvios, pero los riesgos que traería aparejado su incumplimiento son enormes. En juego está la seguridad de Israel y las perspectivas de encontrar a mediano plazo una estabilidad para la región que igualmente no deja de ser el cinturón de fuego del mundo del siglo XXI.
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<div class="zemanta-pixie" style="height: 15px; margin-top: 10px;">
<a class="zemanta-pixie-a" href="http://www.zemanta.com/?px" title="Enhanced by Zemanta"><img alt="Enhanced by Zemanta" class="zemanta-pixie-img" src="http://img.zemanta.com/zemified_h.png?x-id=a4077d3f-4d85-43f3-bf79-b55361d0ed1d" style="border: none; float: right;" /></a></div>
<br />Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7727600536909309628.post-79457220364014331182015-01-26T23:06:00.000-03:002015-01-26T23:08:35.842-03:00Tsipras: un presente griego para la troika<div class="volanta" style="padding: 0px;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://resources0.news.com.au/images/2012/06/15/1226396/312448-alexis-tsipras.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://resources0.news.com.au/images/2012/06/15/1226396/312448-alexis-tsipras.jpg" height="225" width="400" /></a></div>
<br />
<a href="http://www.pagina12.com.ar/commons/imgs/p12.gif" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://www.pagina12.com.ar/commons/imgs/p12.gif" /></a><br />
<span style="font-size: small;"><span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><b><u>Lunes 26 de enero de 2015</u></b></span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><b>Un eurocomunista extemporáneo</b></span></span><br />
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i>Por Gabriel Puricelli</i></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El resultado de las elecciones griegas encierra varias historias, además de la anunciada reacción ciudadana al austericidio dictado desde Berlín por Angela Merkel. Es la historia del suicidio del Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok), el partido cuya adoración del líder y fundador Andreas Papandreu lo asemejara más que ninguno en la posguerra a los movimientos nacionalpopulares latinoamericanos. El Pasok pagó en votos contantes el giro político de 180 grados que puso en práctica (con el decisivo empujón de la Comisión Europea) el hijo de Andreas, Yorgos. El ajustazo que llevó a la recesión durante su gobierno se profundizó con el gobierno de “gran coalición” actual en el que el Pasok se transformó en el chico de los mandados de su archienemigo histórico, Nueva Democracia, el partido del primer ministro saliente, Antonis Samaras. El celo fiscal con el que el actual viceprimer ministro Evangelos Venizelos se identificó hizo del Pasok un partido en el que ni Yorgos Papandreu quiso seguir estando: el ex primer ministro se presentó a elecciones con lista propia y, claro, no alcanzó el 3 por ciento de los votos necesario para acceder a bancas parlamentarias.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
El voto griego también contiene la historia de la testarudez cuasi religiosa de la troika conformada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, que convocó a los griegos a una travesía del desierto sin premio para ellos. Una política de salvataje in extremis del euro por la que se sometió a una sobredosis de recortes a las vulnerables mayorías griegas, para que las mayorías alemanas no tuvieran que enterarse de que el sueño hegemónico puede tener costos para la vida. Es la historia de una Europa donde no se puede decir en público que todos los ciudadanos de los países de la Zona Euro tienen que contribuir con su libra de carne para que Alemania pueda seguir siendo una potencia exportadora principalísima.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Las preferencias de los griegos encapsulan la historia de la larga marcha de los eurocomunistas griegos desde la disidencia dentro del Partido Comunista hasta la llegada al gobierno. Grecia no eligió una expresión política surgida de la nada para expresar su frustración ante la crisis desatada por años de abuso patrimonialista del Estado por las élites que lo dominaron desde el fin de la dictadura de los coroneles y por el remedio atroz suministrado por la troika. Eligió a Syriza, la Coalición de la Izquierda Radical, la confluencia que impulsaron los viejos cuadros del “Partido Comunista del Interior”, después de romper con los estalinistas del “Partido Comunista del Exterior” y abrirse a los movimientos sociales de los ’80 y a la naciente ecología política. Los comunistas que combatieron la invasión nazi en la Segunda Guerra Mundial evolucionaron en direcciones divergentes ante el intervencionismo soviético en Europa. Muchos de ellos, forzados por la dictadura de los coroneles al exilio en Italia, abrazaron el modo de oponerse a Moscú y de concebir las alianzas políticas de sus correligionarios italianos y promovieron una visión comunista desde el interior de Grecia, distinta de la impuesta desde el exterior por los mandamases de la URSS.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Un jovencísimo Alexis Tsipras fue jefe de la Juventud Comunista representando a esos adultos del partido inspirados por el eurocomunismo de Enrico Berlinguer y los acompañó en la salida del partido (la sigla histórica, KKE, quedó en manos de los ortodoxos) y en la búsqueda de alianzas que su viejo partido no hubiera aceptado jamás.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Syriza, la forma que hace tiempo adoptó esa política de alianzas, es entonces un sujeto político con una larga historia y hondas raíces en la cultura política griega. Llega al gobierno con el desafío de encontrar aliados nuevos para alcanzar la mayoría en el Parlamento que se le escapó por milésimas. Llega rodeada de unas expectativas a las que Tsipras trató de darle un marco realista en la campaña. Y llega en un tiempo en que los pesimistas creían que era el de optar entre la resignación de las grandes coaliciones o la bestia negra de la ultraderecha. Un eurocomunista extemporáneo tiene delante de sí la oportunidad de demostrar que no es así.</span></div>
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<div class="zemanta-pixie" style="height: 15px; margin-top: 10px;">
<a class="zemanta-pixie-a" href="http://www.zemanta.com/?px" title="Enhanced by Zemanta"><img alt="Enhanced by Zemanta" class="zemanta-pixie-img" src="http://img.zemanta.com/zemified_h.png?x-id=a4077d3f-4d85-43f3-bf79-b55361d0ed1d" style="border: none; float: right;" /></a></div>
<br />Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7727600536909309628.post-14728528252428271772015-01-14T13:00:00.000-03:002015-01-14T13:00:04.585-03:00Arrivederci, Presidente Napolitano!Hoy deja la colina del Quirinale después de ejercer la presidencia de la República Italiana durante nueve años y de ser el único jefe de estado de la historia republicana del país en ser reelecto, Giorgio Napolitano. Histórico jefe del ala "mejorista" del viejo Partido Comunista Italiano, modeló el gobierno como ninguno en su lugar lo había hecho antes, sobrepasando ampliamente los límites de su poder ceremonial. Lo que sigue lo escribíamos hace más de un año y vale como apunte para una semblanza. <i>Arrivederci compagno Giorgio!</i><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQFz8v9xy6Tz45dsLeHgGNTcsW6d57HxuQRw6elbo6tkhVlfTmOP5akhbo3cqPK8alyfwDTpLYYdHon0hJ8QIv5Q_CFRVk4zWpr4axcyaSYzM9D8vMGRwZjQcaf2ChQLTSk2y7yOJmqpSn/s1600/Giorgio-Napolitano-reelegido-p_54371439060_54028874188_960_639.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQFz8v9xy6Tz45dsLeHgGNTcsW6d57HxuQRw6elbo6tkhVlfTmOP5akhbo3cqPK8alyfwDTpLYYdHon0hJ8QIv5Q_CFRVk4zWpr4axcyaSYzM9D8vMGRwZjQcaf2ChQLTSk2y7yOJmqpSn/s1600/Giorgio-Napolitano-reelegido-p_54371439060_54028874188_960_639.jpg" height="266" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
<a href="http://www.revistadebate.com.ar/wp-content/uploads/2013/04/logo.png" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://www.revistadebate.com.ar/wp-content/uploads/2013/04/logo.png" height="35" width="200" /></a><br />
<br />
<b><u>Poder a lo Napolitano</u></b><br />
<b>Por Gabriel Puricelli</b><br />
<i>24 de mayo de 2013</i><br />
<div>
<br /></div>
<div class="shortcode-dropcap circle" style="background-color: #990000; border-bottom-left-radius: 16px; border-bottom-right-radius: 16px; border-top-left-radius: 16px; border-top-right-radius: 16px; border: 0px; color: white; float: left; font-family: inherit; font-size: 25px; font-style: inherit; font-variant: inherit; height: 32px; line-height: 32px; margin: 0px 8px 0px 0px; padding: 0px; text-align: center; width: 32px;">
D</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
os meses pasaron desde las elecciones de febrero, antes de que los italianos tuvieran un gobierno. Cuando la fumata blanca se disipó, se encontraron con que el nuevo presidente del Consejo de Ministros era un joven político que no había sido candidato para el cargo y con que la alianza de gobierno incluía a Silvio Berlusconi, el mismo que los ganadores de las elecciones habían jurado desterrar de la política de una vez y para siempre. Las consecuencias de los comicios italianos, tan novedosos y variados, no disimulan, sin embargo, el gatopardismo esencial que los explica. El gran ganador, por el momento, de la multitud de cambios que se han producido para que todo siga igual es el prestidigitador por excelencia de la Segunda República.</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Los hechos de la elección fueron éstos: la centroizquierda fue primera minoría, con menos votos de los esperados; la derecha fue segunda, con más votos de los esperados; los “indignados” obtuvieron uno de cada cuatro votos válidos. Bajo el particular sistema electoral impuesto por el berlusconismo, el que llega primero en la carrera nacional, se queda con la mayoría de las bancas de la Cámara de Diputados, y el que llega primero en una región, se queda con la mayoría de los legisladores que le corresponden a la misma en el Senado. Las probabilidades de que nadie alcance una mayoría en esa Cámara son, entonces, estructuralmente altas. En ese campo minado, el Partido Democrático (PD) y sus aliados de Izquierda, Ecología y Libertad (SEL) alcanzaron la mayoría en Diputados y quedaron muy lejos de ésta en el Senado.</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Las promesas que el PD y SEL habían hecho a sus electores eran claras: terminar definitivamente con la era Berlusconi y no aliarse para gobernar con la centroderecha posdemocristiana del presidente del gobierno “técnico” saliente, Mario Monti. Eso dejaba como único aliado posible al único partido que había prometido no aliarse con nadie, el Movimiento Cinco Estrellas (M5S), es decir, los “indignados” seguidores del comediante Beppe Grillo. Si todos cumplían sus promesas electorales, era imposible formar gobierno. Llamar a elecciones no era posible tampoco, porque el presidente de la República no puede disolver el Parlamento cuando está en los últimos seis meses de su mandato: era necesario elegir uno nuevo antes de convocar otra vez a los ciudadanos a las urnas.</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Convocada la asamblea que elige indirectamente al jefe de Estado, y habiendo fracasado (y con escándalo) allí también la centroizquierda en imponer a sus candidatos, el sindicalista Franco Marini y el ex jefe de gobierno Romano Prodi, surgió la posibilidad de coincidir en una propuesta común con el M5S: Grillo postuló al jurista Stefano Rodotá, un ex diputado de izquierda como presidente de la República. El SEL adhirió rápidamente a la propuesta, esperando que el PD hiciera lo propio. Y allí sucedió lo que puede ser visto a la vez como lo impensado y como lo más pensado: el PD acordó con Berlusconi y con Monti reelegir a Giorgio Napolitano y éste los conminó a aliarse entre sí para formar gobierno.</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Lo impensado fue la ruptura indolente del contrato (y de la alianza) electoral por el PD, incluyendo la renuncia al liderazgo del partido del jefe de gobierno que no fue, Pier Luigi Bersani. Lo más pensado fue el segundo acto del presidencialismo sui generis hacia el que se ha deslizado Italia.</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Napolitano encargó a Enrico Letta, número dos del PD detrás del renunciante Bersani, la formación del nuevo gobierno, con ministros pertenecientes a las tres fuerzas mencionadas y tecnócratas “independientes” heredados del gobierno saliente. El jefe de Estado, reemplazando a todos los efectos prácticos al Parlamento, ponía en marcha su segundo gobierno en un año y medio. En noviembre de 2011, intervino decisivamente para facilitar la salida de Berlusconi del gobierno, al nombrar al ex comisario europeo Monti como senador vitalicio y ponerlo, entonces, en condiciones legales de ser nombrado jefe de gobierno. Los días de Il Cavaliere estaban contados, pero el activismo de Napolitano evitó un llamado a elecciones antes del fin de la Legislatura y forzó a los berlusconianos y al PD a ponerse de acuerdo en apoyar un “gobierno técnico” dirigido por Monti. Éste se puso entonces a la cabeza de una administración fuertemente resistido por los sindicatos, pero no salpicado por la corrupción de su antecesor. A través de Monti, Napolitano impuso su preferencia por una línea de austeridad económica para sortear la crisis de la deuda italiana, pero, al mismo tiempo, e involuntariamente, puso al Pueblo de las Libertades de Berlusconi y al propio PD del que él proviene en el mismo escaparate para ser atacados sin tregua por el ascendente Grillo. Contados los votos en febrero último, quedó claro cuán legítimo era ese gobierno que conservadores y progresistas apoyaron sin chistar: Monti no alcanzó el diez por ciento de los votos.</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Pero en tanto la elite política tradicional sintió que Napolitano podía sacarle las castañas del fuego (Berlusconi porque mantiene el poder necesario para que los jueces no terminen de encerrarlo en un calabozo, el PD porque no quiere empeorar su desempeño electoral), consintió nuevamente en que fuera el titular de un cargo que se supone relativamente ceremonial, y no el Parlamento, quien diera forma al gobierno de Letta, definiendo qué partidos debían integrarlo e incluso imponiendo algunos ministros que no fueron propuestos por ninguno de los tres integrantes de la novel coalición.</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
El gran campeón de un presidencialismo a la italiana, desde el fin de la Primera República tras los procesos de Mani Pulite, que terminaron con la era democristiana a fines de los ochenta, fue Berlusconi. Éste nunca logró alcanzar su sueño porque nunca convenció a una mayoría de italianos de que darle a él ese poder adicional era una buena idea. De manera inesperada, sin embargo, y sin mediar cambio constitucional alguno, Napolitano, se encaramó en la cúspide del poder deshaciendo y haciendo gobiernos. Si alguna ratificación simbólica de ese poder necesitaba, la logró al transformarse en el primer presidente de la República reelecto desde el fin de la monarquía.</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
El presidencialismo alla Napolitano se ha colado entre las grietas del elitismo cupular del PD y de la antipolítica de Grillo, y se ha beneficiado del permanente trabajo berlusconiano de socavar mediante leyes electorales envenenadas la posibilidad de un parlamentarismo que produzca mayorías estables.</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
Los pocos y repetidos ingredientes que Napolitano ha usado para crear su governissimo de amplia coalición prefiguran un menú igualmente limitado en las opciones de política para sacar a Italia de un estancamiento económico que está creando pobreza dentro del país y que representa una amenaza para la estabilidad monetaria de Europa. Mientras tanto, amontonar a todos los políticos tradicionales en el mismo gobierno probablemente favorezca la consolidación de las nuevas formas de representación verticales y antidemocráticas que pone en práctica Beppe Grillo como capo di tutti i capi de la antipolítica 2.0. </div>
<br />
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<div class="zemanta-pixie" style="height: 15px; margin-top: 10px;">
<a class="zemanta-pixie-a" href="http://www.zemanta.com/?px" title="Enhanced by Zemanta"><img alt="Enhanced by Zemanta" class="zemanta-pixie-img" src="http://img.zemanta.com/zemified_h.png?x-id=a4077d3f-4d85-43f3-bf79-b55361d0ed1d" style="border: none; float: right;" /></a></div>
<br />Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.com0Buenos Aires, Argentina-34.6036844 -58.381559100000004-34.8127694 -58.704282600000006 -34.3945994 -58.0588356tag:blogger.com,1999:blog-7727600536909309628.post-39681446104465574372014-12-16T23:01:00.001-03:002016-07-16T16:00:29.635-03:00Escapando de la sombra de Atatürk<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9aCuI6wQPh4A7bomSDvRKerOE9eSMkxcZlv_zjN12ifQyHavK7JGZGmWRUq6JSsOH41xWq69MyS8CnyjqJi8jWFQ92rCLGkXVZRV1NSpmqJ6vS0tuH4vzjMn1duNuE9nt8gbiFLLimQPE/s1600/Erdogan.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9aCuI6wQPh4A7bomSDvRKerOE9eSMkxcZlv_zjN12ifQyHavK7JGZGmWRUq6JSsOH41xWq69MyS8CnyjqJi8jWFQ92rCLGkXVZRV1NSpmqJ6vS0tuH4vzjMn1duNuE9nt8gbiFLLimQPE/s1600/Erdogan.jpg" width="400" /></a></div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2g-cAVlJQzIk_zGYgHafH4gRZ60mZrKkY82MpWGVSgwOhoIKWUn6K_DSoFpY7S1RetpCsTNqaiSF7AzwUyAqLNODci0ZoI6HEF3B49x6DuBEjCWuyIl7eAd8Nrg-WR2U0IPTwOkGZssrY/s1600/264388_506600149350068_1023407269_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2g-cAVlJQzIk_zGYgHafH4gRZ60mZrKkY82MpWGVSgwOhoIKWUn6K_DSoFpY7S1RetpCsTNqaiSF7AzwUyAqLNODci0ZoI6HEF3B49x6DuBEjCWuyIl7eAd8Nrg-WR2U0IPTwOkGZssrY/s1600/264388_506600149350068_1023407269_n.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<b><u><br /></u></b>
<b><u><br /></u></b><b><u>El hombre fuerte de Turquía</u></b><br />
<b>Jueves 25 de septiembre de 2014</b><br />
<i>Por Gabriel Puricelli
</i><br />
<br />
Las esquirlas que matan y mutilan en una ancha región del mundo son esquirlas del estallido del Imperio Otomano. No se puede hablar de Palestina, de Irak, de Siria sin hablar de un imperio que pasó a mejor vida hace casi un siglo y de la fallida partición de su vasto territorio por los aprendices de brujo europeos. Sin embargo, cuando se habla del que fue el centro político otomano, de Turquía, hay que hablar más de la república laica que lo sucedió que del viejo imperio, que le ha ahorrado a los turcos su herencia de inestabilidad.<br />
<br />
El 10 de agosto, los turcos eligieron por primera vez a su presidente por el voto directo de los ciudadanos. Surge así un semipresidencialismo a la francesa. El voto fue un paso más en el perfeccionamiento de un sistema democrático que se ha desembarazado de la tutela militar, y en el que una mayoría de los turcos optan de nuevo por el islamismo moderado como opción favorita. Paradójicamente, lo que puede verse como un paso adelante desde el punto de vista sistémico, viene de la mano de la legitimación de un liderazgo, el del ex-Primer Ministro y ahora Presidente Recep Tayyip Erdoğan, que carga con una serie de acciones autoritarias, en particular durante el pasado año y medio.<br />
<br />
La república turca se fundó no sólo sobre la abolición de la monarquía, sino sobre la abolición del califato, que sancionó la separación definitiva entre el estado y la religión. En sus casi dos décadas en la cumbre del poder, hasta su muerte en 1938 mientras ejercía la presidencia, Mustafa Kemal Atatürk se aseguró de que el fundamento del poder fuera absolutamente secular, proviniera de la voluntad ciudadana o del monopolio del uso de la fuerza puesto en manos de las fuerzas armadas en las que él mismo iniciara su carrera.<br />
<br />
El flamante presidente turco se inscribe en una corriente política que lucha pacientemente hace décadas por derribar tabúes laicos como los que impidieron por muchos años el uso femenino del velo en cualquier institución del estado. Los reaseguros del laicismo, estratégicamente implantados en instituciones no electas como las ya mencionadas fuerzas armadas, el poder judicial y (en particular) la Corte Constitucional han resultado obstáculos formidables para Erdoğan, que los enfrentó con la fuerza electoral que le dio a su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) tres mayorías parlamentarias consecutivas. Antes de la creación del AKP en 2001, la Corte Constitucional disolvió los dos partidos islamistas de los que desciende: en 1998 prohibió el Partido del Bienestar (RP) y en 2001, el Partido de la Virtud (FP). El propio Erdoğan se vio impedido de asumir como Primer Ministro en 2002 porque desde 1998 pesaba sobre él una prohibición para ser electo para un cargo público, después de que leyó en un acto un verso de un poeta nacionalista panturco que fue interpretado por las cortes como una reivindicación del Islam contraria a la laicidad del estado. Ese recitado lo llevó incluso cuatro meses a prisión, en 1998, y lo eyectó de su cargo de alcalde de Estambul, que ejercía desde 1994 en representación del RP. En marzo de 2003, tras una reforma legal decidida por la Gran Asamblea Nacional (parlamento), el actual hombre fuerte de Turquía pudo ser electo para una banca, pasando de inmediato a ocupar el sillón de Primer Ministro que su correligionario Abdullah Gül había ocupado desde la victoria del AKP a fines del año anterior.<br />
<br />
Ya en el poder, e incluso después de renovar en 2007 su mayoría parlamentaria con cinco millones de votos más que en la anterior elección, el AKP tuvo que enfrentar un juicio de la Corte Constitucional en 2008 que no llegó a ilegalizarlo porque no se alcanzó en el tribunal la mayoría calificada necesaria. Erdoğan eludió así el destino de Necmettin Erbakan, que fue eyectado del cargo de Primer Ministro en 1997 cuando los jueces (con las fuerzas armadas detrás) disolvieron el Partido del Bienestar.<br />
<br />
La fortaleza de Erdoğan se basa tanto en su carisma, en el empuje que ha mostrado el crecimiento económico del país en sus largos años en el poder y en la frágil paz que se ha alcanzado con la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), sino en la capacidad que demostró de redefinir el mapa político turco. La fundación del AKP no consistió simplemente en la creación de una entidad politico-legal que permitiera a los islamistas seguir participando de las elecciones, sino que convocó a buena parte de los cuadros de los partidos conservadores que habían dominado la escena política turca desde los años ´50. Esa fusión dio lugar a la emergencia de lo que hoy es un partido claramente predominante, que duplica con facilidad en votos a sus opositores kemalistas del Partido Republicano del Pueblo (CHP) y cuadruplica a la derecha nacionalista panturca del Partido del Movimiento Nacional (MHP).<br />
<br />
El CHP y el MHP intentaron vanamente desafiar ese predominio con la postulación de un candidato común a la presidencia, el ex-Secretario General de la Organización de la Conferencia Islámica Ekmeleddin İhsanoğlu. Con él, buscaron convocar tanto a la base socialdemócrata del CHP, como a los ultranacionalistas del MHP, cuyo brazo paramilitar, los Lobos Grises, contó entre sus filas Mehmet Ali Ağca, quien intentara asesinar al Papa Juan Pablo II en 1981. El candidato “atrapatodo” quedó, con 38% de los votos, a 14 puntos de alcanzar a Erdoğan. En el fallido intento, el CHP sufrió una fuga de votos que le permitió a un candidato de izquierda proveniente del Kurdistán, Selahattin Demirtaş, alcanzar casi el 10% de los votos, cerca del doble de lo que los partidos kurdos logran habitualmente en cualquier elección nacional.<br />
<br />
Erdoğan sobrevive también a las masivas manifestaciones en su contra que empezaron en junio de 2013 en la parte europea de Estambul y se extendieron hasta marzo de este año, cuando fueron detenidos por cargos de corrupción algunos familiares de ministros del gobierno del AKP. Sin pestañear ante encuestas que indicaban una caída de su popularidad por la violenta represión de las protestas, la respuesta del entonces Primer Ministro incluyó 22 muertes entre los manifestantes. Las denuncias de corrupción, a su vez, fueron el síntoma de una ruptura política en el seno de la familia política islamista, ya que los jueces y policías que actuaron en función de ellas fueron vinculados por Erdoğan con el movimiento del predicador islámico Fethullah Gülen, que es considerado una especie de Opus Dei islámico y que es uno de los afluentes originales del AKP.<br />
<br />
La llegada de Erdoğan a la presidencia seguramente significará la ratificación de la ruptura más significativa que impulsó como Primer Ministro en la política exterior turca: el abandono de la alianza con Israel. En un contexto turbulento como el que viven los vecinos Irak y Siria (donde el líder turco ha flirteado con jihadistas opuestos a Bashar Assad), los EE.UU. van a seguir encontrando en Turquía, el único país de la OTAN en el extremo oriental del Mediterráneo, a un socio indócil, cuyo autoritarismo doméstico puede traerle también futuros dolores de cabeza.
<br />
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<div class="zemanta-pixie" style="height: 15px; margin-top: 10px;">
<a class="zemanta-pixie-a" href="http://www.zemanta.com/?px" title="Enhanced by Zemanta"><img alt="Enhanced by Zemanta" class="zemanta-pixie-img" src="https://img.zemanta.com/zemified_h.png?x-id=a4077d3f-4d85-43f3-bf79-b55361d0ed1d" style="border: none; float: right;" /></a></div>
<br />Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7727600536909309628.post-83077440189114444512014-10-11T20:16:00.001-03:002014-10-11T20:17:38.180-03:00El "califato" en Irak y Siria<iframe frameborder="no" height="450" scrolling="no" src="https://w.soundcloud.com/player/?url=https%3A//api.soundcloud.com/tracks/171700902&auto_play=false&hide_related=false&show_comments=true&show_user=true&show_reposts=false&visual=true" width="100%"></iframe><br />
<br />
El 10 de octubre de 2014, una conversación con Pablo Quintana en <a href="http://www.kalewchefm.org/programacion/programas-locales/la-tijereta" target="_blank">La Tijereta</a>, en <a href="http://www.kalewchefm.org/" target="_blank">Radio Kalewche</a>, sugiriendo algunas pistas para entender el fenómeno del Estadio Islámico en Irak y Siria.
<br />
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<div class="zemanta-pixie" style="height: 15px; margin-top: 10px;">
<a class="zemanta-pixie-a" href="http://www.zemanta.com/?px" title="Enhanced by Zemanta"><img alt="Enhanced by Zemanta" class="zemanta-pixie-img" src="http://img.zemanta.com/zemified_h.png?x-id=a4077d3f-4d85-43f3-bf79-b55361d0ed1d" style="border: none; float: right;" /></a></div>
<br />Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7727600536909309628.post-15201672445414438082014-10-05T00:07:00.004-03:002014-10-05T00:08:15.585-03:00El reino continúa unido<div dir="ltr" style="line-height: 1.15; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://i.telegraph.co.uk/multimedia/archive/02103/scotland-flag-1_2103925b.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://i.telegraph.co.uk/multimedia/archive/02103/scotland-flag-1_2103925b.jpg" height="250" width="400" /></a></div>
<br />
<a href="http://www.pagina12.com.ar/commons/imgs/p12.gif" imageanchor="1" style="clear: left; line-height: normal; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" src="http://www.pagina12.com.ar/commons/imgs/p12.gif" /></a><br />
<span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: bold; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Viernes 19 de septiembre de 2014</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: bold; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Escocia se divorcia (por lo menos) de los </span><span style="background-color: transparent; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: bold; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Tories</span></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.15; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; font-family: inherit; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Por Gabriel Puricelli</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.15; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; font-family: inherit; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> </span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.15; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Londres no pasaba una noche en vela desde los días en que la bombardearon, hace más de 70 años. Entonces y ayer a la noche, lo que había superado la inveterada calma inglesa no era ni más ni menos que una amenaza existencial.</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span>
<span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La comparación es justa e injusta a la vez. Justa, porque lo que se puso en juego ayer en Escocia fue la supervivencia misma de un estado en la configuración que tiene desde hace más de 300 años y lo que la agresión nazi puso en cuestión fue la misma cosa. Injusta, porque la apacibilidad con que se desarrolló ayer la votación, y desde 1997 todo el proceso de </span><span style="background-color: transparent; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">devolution</span><span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, es la antítesis misma de la guerra, es un triunfo de la política independiente por completo del resultado de la votación.</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span>
<span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: transparent; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Cuando estas líneas estén impresas se conocerán ya las cifras del escrutinio y, con ellas, quiénes son los vencedores y quiénes los derrotados del comicio. Sin embargo, eso no debería ocultar el hecho de que las tensiones que han puesto en cuestión la unidad que se cifra en el nombre del reino de la Casa de Windsor fueron administradas con una sensatez que contrasta no sólo con los procesos que han llevado en otras partes directamente a la guerra civil, sino con la negación necia de los problemas que informa la conducta de otros gobiernos democráticos, como el de España.</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: white; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span>
<span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: white; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La larga marcha que comenzó con el referéndum fallido de 1979, cuando no se alcanzó el quórum para restablecer una asamblea legislativa escocesa desembocó en una votación que, más allá del </span><span style="background-color: white; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">sí</span><span style="background-color: white; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> o del </span><span style="background-color: white; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">no</span><span style="background-color: white; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, le otorga una legitimidad a todo el proceso de la que la altísima tasa de participación electoral (cercana al 90%) es el sello de calidad.</span></span><br />
<span style="font-family: inherit; line-height: 1.15;"><span style="background-color: white; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span>
<span style="font-family: inherit; line-height: 1.15;"><span style="background-color: white; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El otro aspecto notable, más específicamente de la campaña previa al referéndum, es que el debate no quedó atrapado en la lógica más estrecha del nacionalismo: se trató sobre todo de un debate sobre los modos de vivir en sociedad. Lo que estuvo sobre la mesa no fue una cuestión de banderas o pasaportes, sino una discusión sobre el estado de bienestar, sobre el uso de los recursos naturales, sobre la presencia de armas nucleares en tierra escocesa. Por debajo de la polarización entre el </span><span style="background-color: white; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">sí</span><span style="background-color: white; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> y el </span><span style="background-color: white; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">no</span><span style="background-color: white; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, la campaña parece haber cimentado el consenso sobre el valor de tener en Escocia un estado de bienestar que debe garantizar derechos al nivel de lo que lo hacen los estados escandinavos: unos sostuvieron que eso era más factible manteniendo la unión, los otros, abriéndose de ese país donde gobiernan los conservadores, que están fuera de ese consenso.</span></span><br />
<span style="font-family: inherit; line-height: 1.15;"><span style="background-color: white; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span>El referéndum, que se realiza también porque el conservador David Cameron aportó el acuerdo de su gobierno para hacerlo, sanciona, independientemente del resultado, el divorcio definitivo de los escoceses con los <i>Tories</i>: los jefes del campo del <i>sí,</i> Alex Salmond, y del <i>no</i>, Gordon Brown, forman parte de un consenso alrededor de la idea de justicia social que será muy difícil poner en cuestión en la Escocia que surge del referéndum. Y ese es el resultado del voto de los escoceses que ya conocemos, antes de que se terminen de contar los votos.</div>
<br />
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<div class="zemanta-pixie" style="height: 15px; margin-top: 10px;">
<a class="zemanta-pixie-a" href="http://www.zemanta.com/?px" title="Enhanced by Zemanta"><img alt="Enhanced by Zemanta" class="zemanta-pixie-img" src="http://img.zemanta.com/zemified_h.png?x-id=a4077d3f-4d85-43f3-bf79-b55361d0ed1d" style="border: none; float: right;" /></a></div>
<br />Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7727600536909309628.post-38608682489233877642014-09-30T09:13:00.001-03:002014-09-30T09:13:24.770-03:00Los Rockefeller sueltan algo de lastre petrolero<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://c2.staticflickr.com/4/3452/3191133241_0d2935d1a0.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://c2.staticflickr.com/4/3452/3191133241_0d2935d1a0.jpg" /></a></div>
<a href="http://tiempo.infonews.com/nota/133675/una-senal-de-los-tiempos-que-cambian-lentamente" target="_blank"><img alt=" La columna original en el diario" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRbVlHYb8ydXeA9aAiMSAptsbE-hEez7CeI81cXNY4vCykXr9HRG8hrE19hNnXpxYEHJarbcqS_mR0smiHyyACvI0XP21AM4c1Rpd0GPd7UO0ihyBhhZjkBqF-B37u4oEP6tBi-oUf2ItK/s1600/TArg.gif" j8="true" style="background-color: white; border: 1px solid rgb(187, 187, 187); color: #333333; font-family: 'Trebuchet MS', Verdana, Arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.90625px; margin: 0px 0px 5px; padding: 4px;" /></a><br />
<b><u>Una señal de los tiempos que cambian (lentamente)</u></b><br />
<b>Sábado 27 de Septiembre de 2014</b><br />
<i>por Gabriel Puricelli*</i><br />
<br />
¿Mucho ruido y pocas nueces? Cuando un apellido tan asociado al petróleo como Rockefeller, el de la familia que
dio no sólo origen a la Standard Oil, sino que también erigió algunos de los íconos más representativos de la potencia
humana puesta en acto por el combustible fósil, cuando un nombre casi sinónimo del oro negro empieza a divorciarse
de éste, es imposible no preguntarse qué se cifra en esa acción. Cuando miramos un poco más de cerca los hechos,
más allá de los titulares, nos asalta otra tentación, la de pasar de largo frente a un inteligente cuanto ilusorio ejercicio
de relaciones públicas. Sin que ello importe contradicción, podemos pensar <a href="http://www.rbf.org/post/fund-announces-plans-divest-fossil-fuels" target="_blank">el anuncio del Rockefeller Brothers Fund(RBF)</a> al mismo tiempo como síntoma del fin de la época que los padres de esa dinastía inauguraron y como un gesto
de corrección política para redorar la marca Rockefeller bajo la enseña de la “responsabilidad social empresaria”. Los
herederos de John D. y William Rockefeller se sumaron simbólicamente a la marcha por la Quinta Avenida hacia la
sede de la ONU para reclamar acciones para mitigar el cambio climático a la cumbre del 23 de septiembre. Simbólico
es, también, el adjetivo que mejor describe la cuantía de la venta de activos que el fondo tenía invertidos en compañías
dedicadas a la explotación o el procesamiento de combustibles fósiles: cuando haya terminado de venderlos, habrán
cambiado de mano tan sólo unos 60 millones de dólares, lo que representa menos que una gota de agua en el océano de
cinco billones (millones de millones) de dólares que suman las inversiones planetarias en el sector. Incluso la cifra es
pequeña en comparación con los activos totales (3.600 millones de dólares tan sólo en la Fundación Rockefeller) que
controla la familia.<br />
<br />
Sin embargo, sería necio minimizar el significado de un gesto que pone blanco sobre negro el hecho de que los
combustibles fósiles empiezan a generar asociaciones casi exclusivamente negativas en las mentes de una porción
creciente de la humanidad. Los Rockefeller, desde hace décadas a caballo de esa zona gris del pensamiento que
comparten los casi extintos republicanos moderados y los demócratas más afines a los medios de negocios, funcionan
en este caso como el barómetro de una élite del capitalismo global cuya aversión a la catástrofe supera su nunca
inapetente pulsión por las ganancias.<br />
<br />
Pocos deberíamos prestar más atención a estos signos que los argentinos, cuyos gobiernos vieron en la Standard Oil,
a mediados de los ́50, a ese socio providencial que podía ayudar a estirar un período de crecimiento económico, y
ahora a Chevron como ese inversor sin alergia al riesgo que puede ayudar a desenterrar un tesoro saudita en el norte
de Neuquén. Los Rockefeller están redecorando la casa y los blasones de esas dos compañías de su linaje parecen
destinados al altillo, aunque la familia todavía espera que rindan millones de millones de dólares antes de cerrar sus
pozos.
<br />
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<a class="zemanta-pixie-a" href="http://www.zemanta.com/?px" title="Enhanced by Zemanta"><img alt="Enhanced by Zemanta" class="zemanta-pixie-img" src="http://img.zemanta.com/zemified_h.png?x-id=a4077d3f-4d85-43f3-bf79-b55361d0ed1d" style="border: none; float: right;" /></a></div>
<br />Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.com0Buenos Aires, Argentina-34.6037232 -58.381593100000032-34.8128082 -58.704316600000034 -34.394638199999996 -58.05886960000003tag:blogger.com,1999:blog-7727600536909309628.post-68819509817170219482014-05-25T19:06:00.001-03:002014-05-25T19:06:52.687-03:00Parlamento Europeo 2014: resultados<iframe src='http://www.results-elections2014.eu/en/widget-global-2014.html?menu=false' style='border:none;' height='1124' width='400' frameborder='0' scrolling='no'></iframe><br />
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<a class="zemanta-pixie-a" href="http://www.zemanta.com/?px" title="Enhanced by Zemanta"><img alt="Enhanced by Zemanta" class="zemanta-pixie-img" src="http://img.zemanta.com/zemified_h.png?x-id=a4077d3f-4d85-43f3-bf79-b55361d0ed1d" style="border: none; float: right;" /></a></div>
<br />Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7727600536909309628.post-69024103424811753512014-05-16T10:04:00.000-03:002015-06-12T12:27:31.940-03:00El hinduísmo arrasa en India<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://www.abc.net.au/news/image/5351196-16x9-940x529.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://www.abc.net.au/news/image/5351196-16x9-940x529.jpg" height="225" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicEe0R6WM4nGeKfgr7B3k5-OZosmZO06PnkDtCWzek6ow7PhyphenhyphenKNcvSPHipukg0bnQIKNAAbveCzcZtkXmfR2stxRQqoxpA6VIkYlrXxaMno9Q-9A69ErG8CsH0JQ39UU_JeWufhBXYK9La/s1600/264388_506600149350068_1023407269_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicEe0R6WM4nGeKfgr7B3k5-OZosmZO06PnkDtCWzek6ow7PhyphenhyphenKNcvSPHipukg0bnQIKNAAbveCzcZtkXmfR2stxRQqoxpA6VIkYlrXxaMno9Q-9A69ErG8CsH0JQ39UU_JeWufhBXYK9La/s1600/264388_506600149350068_1023407269_n.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<b><u>La ola Azafrán</u></b><br />
<b>Martes 22 de abril de 2014</b><br />
<i>Por Gabriel Puricelli
</i><br />
<br />
De los tres colores de la bandera, los indios podrían encontrarse el 16 de mayo con un gobierno que respete sólo el azafrán. Las encuestas favorecen desde comienzos de 2013 a Narendra Modi, el candidato a Primer Ministro de la Alianza Democrática Nacional (NDA), donde manda el nacionalismo hindú, identificado religiosamente con ese color.<br />
<br />
La elección en el país democrático más poblado del mundo suscita el interés obligado por cualquier cosa que suceda en una potencia nuclear de enorme peso demográfico, pero hay dos factores a destacar. Por un lado, la posibilidad de que el laicismo de la Alianza Progresista Unida (UPA) se vea reemplazado por el nacionalismo hinduísta con pinceladas de fundamentalismo de la Alianza Nacional Democrática (NDA). Por el otro, la necesidad de la economía india de recuperar tasas de crecimiento que creen los millones de empleos que una población joven demanda: las tensiones sociales que crea crecer a menos del 5% (una tasa propia de un período de crisis para los estándares indios de las últimas dos décadas), después de un largo período con el PBI aumentando a cerca del doble de velocidad, son difíciles de metabolizar en un país tan poblado, variado y extenso. <br />
<br />
El proceso de crecimiento y modernización heterogénea que ha vivido la India desde la liberalización económica impulsada por el actual Primer Ministro Manmohan Singh cuando fue Ministro de Finanzas (1991-1996), ha continuado bajo gobiernos tanto del Partido del Congreso (actualmente en el gobierno desde 2004,con la UPA) como del Partido Bharatiya Janata (BJP, principal miembro de la NDA). Esa trayectoria ha conllevado, en lo social, tanto la consolidación de desigualdades sociales antiquísimas, como la emergencia de una clase media antes casi inexistente. En el campo político, la pujanza económica ha sido acompañada por el desplazamiento de las viejas élites educadas y aristocratizantes y la llegada masiva al parlamento de legisladores plebeyos, incluyendo una legión de caciques regionales oportunistas, con el paralelo debilitamiento de los dos grandes partidos y, dentro de éstos, de los viejos liderazgos.<br />
<br />
En el caso del Partido del Congreso, la dinastía inaugurada por el Pandit Nehru tras la independencia y continuada por su hija Indira Gandhi y su nieto Rajiv (ambos asesinados), sigue en apariencia incólume, con la viuda italiana de Rajiv, Sonia, en la presidencia partidaria desde hace 15 años y su hijo Rahul como candidato a Primer Ministro: sin embargo, ninguno de los gobiernos liderados por ese partido en los últimos 25 años ha tenido a un miembro del clan Nehru al frente y el brillo de la dinastía se ha opacado junto con su fuerza electoral. El Partido del Congreso pasó en 30 años de representar por sí solo a dos tercios del electorado a representar un cuarto y estar obligado a gobernar con el apoyo de complicadas coaliciones aceitadas con millones de rupias del erario público para pagar favores y apoyo parlamentario. Rahul Gandhi ha sido descripto regularmente como alguien en quien la vocación de liderazgo escasea y que ocupa un papel más por mandato familiar que por decisión propia.<br />
<br />
Del lado de los hinduístas, la vieja guardia de intelectuales y tecnócratas que se fogueó en el gobierno en Nueva Delhi entre 1998 y 2004, ha sido desplazada, tras su fracaso en impedir la reelección del Primer Ministro Singh en 2009, por un liderazgo surgido del activismo callejero del movimiento hinduísta. El candidato a Primer Ministro, Narendra Modi, encabeza desde 2001 el gobierno en el estado de Gujarat. De orígenes sociales modestos, es un “hijo ideal” de la Organización Nacional de Voluntarios (RSS, por Rashtriya Swayamsevak Sangh), el movimiento hinduísta de inspiración fascistizante al que perteneciera Nathuram Godse, el asesino de Mahatma Gandhi. La RSS tiene una compleja estructura que incluye una organización infantil, a la que Modi se unió a los ocho años de edad y una estructura estudiantil, el Foro Pan-Indio de Estudiantes (ABVP), donde se destacó hasta ser reclutado para un trabajo remunerado permanente como pracharak (agitador) de la RSS. Fue uno de los organizadores de la peregrinación hinduísta a Ayodhya, en 1992, que tuvo por objeto demoler la mezquita de Babri, provocando disturbios interdenominacionales que terminaron con 2.000 muertos, en su mayoría musulmanes. El gobierno de Modi en Gujarat se cruzó de brazos ante un pogrom que se cobró la vida de alrededor de 1.000 musulmanes: el actual candidato eludió la condena judicial gracias a una tarea eficiente de destrucción de evidencia y no sólo no se ha disculpado nunca por esos hechos, sino que ha declarado que se sentía "triste" por los musulmanes muertos, del mismo modo que se siente "mal" cuando una mascota es atropellada por un auto (luego “aclararía” que sus dichos derivaban del carácter sagrado que el hinduísmo atribuye a todos los seres vivos).<br />
<br />
Las encuestas indican que al Partido del Congreso se lo culpa por el mal desempeño actual de la economía, pero su gobierno ha sido también el blanco de masivas protestas contra la corrupción. La revista británica The Economist ha hablado de sobornos por entre cuatro y 12 mil millones de dólares desde la llegada de Singh a a la jefatura de gobierno. Las protestas, que alcanzaron masividad en 2011, encontraron un líder en Anna Hazare, un activista social que fue clave en forzar al gobierno indio a consagrar por el ley el acceso a la información pública en 2005. Sin embargo, Hazare, aún después de causar un desgaste inédito al gobierno, no se dejó tentar por la política. En su lugar, otro líder emergente de las protestas, Arvind Kejriwal, se lanzó a establecer el Partido del Hombre Común (Aam Aadmi) un nombre que curiosamente retoma el slogan de la campaña electoral de Sonia Gandhi en 2004. De la nada, Kejriwal se convirtió en diciembre pasado en el premier de Delhi, desplazando a una administración local dos veces reelecta del Partido del Congreso. Con la campaña electoral ya lanzada, el partido de Kejriwal decidió competir en las elecciones nacionales. Aunque ni éste ni el izquierdista Tercer Frente de socialistas y comunistas figuran con prominencia en las encuestas, el papel individual de Kejriwal puede provocar un giro dramático en la situación política: compite contra Modi por la banca que corresponde a la ciudad de Varanasi en la Lok Sabha (cámara baja del parlamento) y, en caso de derrotarlo, le impediría ser Primer Ministro, aunque la NDA alcance la mayoría.<br />
<br />
De este modo, un partido incipiente podría ser el último dique contra la pesadilla del “terror azafrán” que algunos temen podría sobrevenir con Modi al frente del gobierno central. Kejriwal toma la posta del laicismo al que la UPA le ha dado un mal nombre al asociarlo con la corrupción y la ineficiencia y que la izquierda no tiene volumen para apuntalar (sobre todo después de perder los comunistas el gobierno de Bengala Occidental en 2011, después de 34 años en el poder).<br />
<br />
Los musulmanes del vecino y también nuclear Pakistán esperan con atención también los resultados que el mundo conocerá el 16 de mayo.<br />
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<div class="zemanta-pixie" style="height: 15px; margin-top: 10px;">
<a class="zemanta-pixie-a" href="http://www.zemanta.com/?px" title="Enhanced by Zemanta"><img alt="Enhanced by Zemanta" class="zemanta-pixie-img" src="http://img.zemanta.com/zemified_h.png?x-id=a4077d3f-4d85-43f3-bf79-b55361d0ed1d" style="border: none; float: right;" /></a></div>
<br />Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7727600536909309628.post-15776021911239267992014-04-13T20:54:00.002-03:002014-04-14T07:36:24.591-03:00Crisis en Ucrania y la Ostpolitik alemana<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://www.20min.ch/diashow/85920/85920-VpFjBLC42pXV_3MEuAn3fg.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://www.20min.ch/diashow/85920/85920-VpFjBLC42pXV_3MEuAn3fg.jpg" height="252" width="400" /></a></div>
En situaciones como las que plantea la actual crisis en Ucrania, lo primero que hay que evitar para tratar de comprenderlas, es la sobresimplificación. Entre los muchos elementos a considerar en este caso, está la posición de el país preponderante dentro de la Unión Europea, Alemania.<br />
<br />
Como sugiere el artículo que publica Foreign Affairs, al que se puede acceder desde el vínculo que se encuentra más abajo, Ucrania y las acciones de la Federación Rusa crean tensiones alrededor de la política hacia de Berlín hacia Moscú, que se deben tanto a lo que hace Vladimir Putin, como a la naturaleza de la Grosse Koalition que apoya al gobierno de canciller federal democristiana Angela Merkel y su Ministro de Relaciones Exteriores socialdemócrata, Frank-Walter Steinmeier.<br />
<br />
El <a href="http://fam.ag/1gNmp8K" target="_blank">artículo de Jakob Mischke y Andreas Umland </a>traza un panorama muy claro, que llega hasta los orígenes de la <a href="http://www.historiasiglo20.org/GLOS/ostpolitik.htm" target="_blank">Ostpolitik</a> del canciller <a href="http://cambiopolitico.com/biografia-willy-brandt/38827/" target="_blank">Willy Brandt</a>.<br />
<br />
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<div class="zemanta-pixie" style="height: 15px; margin-top: 10px;">
<a class="zemanta-pixie-a" href="http://www.zemanta.com/?px" title="Enhanced by Zemanta"><img alt="Enhanced by Zemanta" class="zemanta-pixie-img" src="http://img.zemanta.com/zemified_h.png?x-id=a4077d3f-4d85-43f3-bf79-b55361d0ed1d" style="border: none; float: right;" /></a></div>
Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7727600536909309628.post-21096338667105420692014-04-01T09:55:00.001-03:002014-04-04T17:37:35.136-03:00Sol Prieto: la violencia colectiva excluye de la sociedad<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://www.telam.com.ar/advf/imagenes/2014/04/533aa9579746f_123x93.png" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://www.telam.com.ar/advf/imagenes/2014/04/533aa9579746f_123x93.png" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://twitter.com/prietocandanga" target="_blank">Por Sol Prieto</a></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.5pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: left;">
Esto escribe la socióloga Sol Prieto y aquí lo reproducimos. Lectura recomendadísima.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.5pt; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: right;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.5pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<b><span lang="ES-AR" style="color: #0058a2; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-AR; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-CA; text-transform: uppercase;">JUSTICIA POR MANO PROPIA</span></b><span lang="ES-AR" style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-AR; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-CA;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 15.0pt; mso-line-height-alt: 12.0pt; mso-outline-level: 2;">
<span lang="ES-AR" style="color: #565075; font-family: "Cambria-Bold","serif"; font-size: 24.0pt; letter-spacing: -.5pt; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-CA;">Gente que lincha gente<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR" style="color: #565075; font-family: "Cambria-Regular","serif"; font-size: 14.5pt; letter-spacing: -.5pt; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-CA;">Cuando la sociedad lincha,
lo hace para redefinir sus límites. Y cuando distintos grupos de personas
“normales”, en distintos puntos del país, linchan a personas parecidas entre sí
– hombres jóvenes, pobres, que son acusados por un transeúnte de cometer un
delito contra la propiedad—¡ojo! porque los quieren dejar afuera.</span><span lang="ES-AR" style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-AR; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-CA;"> <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://pbs.twimg.com/media/BkZUYWSCEAEsWBy.jpg:large" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="273" src="https://pbs.twimg.com/media/BkZUYWSCEAEsWBy.jpg:large" width="400" /></a></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif;"><br />
El viernes a la tarde en Charcas y Coronel Díaz treinta personas se
turnaron para pegarle patadas en la cara a un chico inmovilizado en el piso por
el portero de un edificio que se le tiró encima. El chico le había robado la
cartera a una chica a metros de la puerta del edificio en el que lo lincharon.
Según el escritor y </span><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span lang="ES-AR">tuitero</span></span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif;"> <a href="https://twitter.com/diegogrillotrub" target="_blank">Diego Grillo Trubba</a>, que llegaba a su casa del trabajo en ese
momento, <a href="https://storify.com/sebadetoma/un-casi-linchamiento-en-palermo-por-diegogrillotru" target="_blank">los vecinos y transeúntes de Palermo que estaban avocados a pegarle alchico</a> discutieron si era “más justo” pegarle entre todos o de a uno, y
repudiaron y después amenazaron a una mujer que sugirió que dejaran de patearle
la cara porque lo iban a matar.<br />
<br />
En la madrugada del mismo día, en Rosario, seis personas golpearon a un joven
de 21 años luego de que intentara asaltar a una pareja que esperaba el
colectivo. El joven fue trasladado al hospital con un politraumatismo de cráneo
y un corte en el cuero cabelludo. Una semana antes, en Rosario, más de 50
personas golpearon –con las manos y con la puerta de un auto--, patearon con
botines con puntera, y le pasaron por encima con una moto al joven
rosarino David Moreira, quien estuvo tirado en el piso durante una hora hasta
que fue trasladado hasta el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde
finalmente murió. El miércoles posterior a la muerte de Moreira, a 15 cuadras
de donde fue asesinado, un grupo de transeúntes golpeó a un joven luego
de que su compañero escapara en moto de un asalto hasta que llegó la policía.
El jueves a la noche, un grupo de vecinos golpeó a un joven hasta que fue
trasladado por la policía al Hospital Alberdi en Rosario. El mismo día, en San
Martín, un hombre golpeó a un chico de 17 años a quien acusó de querer robarle
la moto. Se le sumaron diez personas que le pegaron durante alrededor de 15
minutos hasta que la policía lo llevó al Hospital Cullen.<br />
<br />
Hace una semana que el runrrún de las redes sociales legitima los linchamientos
o se horroriza ante una supuesta barbarie irracional. Parte de la clase
política y los intelectuales reproduce las dos reacciones diciendo “esto pasa
cuando no llega el Estado…”, pero lo dicen sin aclarar muy bien qué es el
Estado. ¿Es la policía?, ¿es la justicia?, ¿la cárcel?, ¿la escuela? ¿los
trenes? ¿las autopistas? ¿la Constitución? Los diagnósticos que dominan la
opinión pública y esa cosa que está en el medio de lo público y lo privado, que
es Facebook y Twitter, desconoce que la violencia colectiva es un tipo
específico de violencia que difiere de la interpersonal, la estatal y la
doméstica y que emerge cada tanto con una función clarísima: redefinir los
límites de la sociedad y decir quién queda adentro y quién no.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-line-height-alt: 13.2pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Cambria-Regular, serif; font-size: 24pt;"><span style="color: #666666;">"Los
diagnósticos que dominan la opinión pública y esa cosa que está en el medio de
lo público y lo privado, que es Facebook y Twitter, desconoce que la violencia
colectiva es un tipo específico de violencia que difiere de la interpersonal,
la estatal y la doméstica y que emerge cada tanto con una función clarísima:
redefinir los límites de la sociedad y decir quién queda adentro y quién
no."</span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18.0pt; margin-bottom: 7.5pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif;"><br />
Los primeros linchamientos en los que los sociólogos pusieron el ojo
fueron los asesinatos de negros durante y después de las guerras de
secesión en Estados Unidos. Robert Gibson fue uno de los autores que estudió el
tema, y llamó a la violencia colectiva dirigida a los negros “el holocausto de
los negros”. En las últimas décadas del siglo XIX, el linchamiento de negros
fue perpetrado por las comunidades pobres y analfabetas y con estados poco
desarrollados del sur de ese país: matar a un negro, para un habitante pobre,
olvidado, alejado, y sin derechos del sur de los Estados Unidos, era
reafirmarse como ciudadano estadounidense diferenciándose de las personas
a quienes odiaba por ser distintas a él.<br />
<br />
En Brasil la migración interna sumada a los cambios estatales que surgieron al
calor de la democratización provocaron la multiplicación de los linchamientos
como forma de mantener la ecuación de la violencia y el orden por parte de los
líderes territoriales vinculados al delito y el narcotráfico. En la
Guatemala, los linchamientos se generalizaron en los lugares en los que la guerra
civil tuvo los picos más altos de violencia y en donde se resquebrajaron todas
las lógicas de reproducción y normalidad de las comunidades y fueron
reemplazadas bolsones de monopolio privado de la violencia. En los países con
altos niveles de población indígena como Bolivia, Perú, y Ecuador, los
linchamientos se constituyeron como una herramienta de autonomía de las
comunidades, que les permitía reforzar sus límites hacia adentro, estableciendo
los límites de lo tolerante, a la vez que le demostraban al Estado su capacidad
de ejercer la violencia y desconocer sus normas e instituciones.<br />
<br />
Como se ve –si es que se ve—un linchamiento puede querer decir muchas cosas, y
cuando un grupo de personas o una comunidad lincha a alguien, puede querer
estar haciendo muchas cosas: para empezar, puede querer reafirmarse en su
identidad, trasladar sus mecanismos punitivos de un lugar a otro del mundo,
crear un orden, protestar contra el Estado, o generar y reproducir su
autonomía. Decir que un grupo de personas lincha porque “no aguantan más”, o
porque “el Estado no hace nada”, o porque “no tienen piedad”, o porque
“no saben lo que es el amor”, o porque “son primitivos”, aunque se diga con las
mejores intenciones, las más humanas y honestas, es desconocer que lo social
tiene otra lógica que lo individual, y que las personas no hacen o dejan de
hacer cosas por ser buenas o malas. Incluso cuando castigan y matan
–ciertamente sin piedad--.<br />
<br />
Un sociólogo estadounidense que llamado Charles Tilly, desde mediados de los 60
hasta el 2008, cuando murió, escribió sobre la violencia colectiva: la
violencia como base de los Estados, la acumulación de recursos violentos como
base de la diplomacia, la violencia política, la violencia paraestatal y
sus vínculos con las instituciones –que están todas construidas con y sobre la
violencia.<br />
<br />
Tilly dijo muchas cosas sobre qué es lo que hace la sociedad cuando lincha y
por qué a veces lincha, otras veces saquea, otras veces contiene a pandillas o
barras bravas que se pelean entre sí, otras veces veces alberga grupos
guerrilleros y paramilitares, y otras veces se ve sacudida por una guerra
civil. Pero lo más importante es que en todos los casos, la violencia
sirve para separar quiénes están adentro de la sociedad y quiénes están afuera.<br />
<br />
Esto nos dice mucho sobre los ¡seis! linchamientos que los medios de
comunicación registraron la semana pasada en Rosario y Buenos Aires. Hace ya
dos décadas que parte de la clase política, la opinión pública, y los medios de
comunicación, vienen creando un perfil de personas que pondrían en riesgo la
normalidad de toda la sociedad. Esas dos décadas coinciden con tasas elevadas
–en comparación con el resto de la historia-- de delitos contra la propiedad y
la consecuente emergencia silenciosa de una cultura del delito entre los
jóvenes pobres y marginales que viven en las ciudades grandes. Lo abrupto de
los linchamientos marca un momento bisagra de la sociedad, donde los pobres
pueden quedar totalmente del lado de afuera de lo que llamamos Argentina. </span><span style="font-family: Arial, sans-serif;">Primer paso: darse cuenta</span><span style="color: #565075; font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-CA;">.</span><o:p></o:p></div>
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</script>
<br />
<div class="zemanta-pixie" style="height: 15px; margin-top: 10px;">
<a class="zemanta-pixie-a" href="http://www.zemanta.com/?px" title="Enhanced by Zemanta"><img alt="Enhanced by Zemanta" class="zemanta-pixie-img" src="http://img.zemanta.com/zemified_h.png?x-id=09ffc342-2b7b-465d-aac4-8b7aca5e6302" style="border: none; float: right;" /></a></div>
Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7727600536909309628.post-87442803301113880852014-03-24T10:22:00.000-03:002014-03-24T10:22:14.165-03:0024 de marzo: los que lucharon para que no sucedieraRecordar el 24 de marzo es también recordar a los que se jugaron para evitarlo, los que no especularon con ganancias de corto plazo y jugaron su liderazgo político contra los golpistas y contra los suicidas del "cuanto peor mejor". Como Oscar Alende.<br />
<br />
<iframe frameborder="no" height="450" scrolling="no" src="https://w.soundcloud.com/player/?url=https%3A//api.soundcloud.com/tracks/141162377&auto_play=false&hide_related=false&visual=true" width="100%"></iframe>Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7727600536909309628.post-41807772384703533032014-03-07T18:43:00.000-03:002014-05-03T17:05:02.508-03:00Un poco de contexto para el conflicto en Ucrania<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7Xf8jSRoUfKtczMq__FsvdSypv7RDMstAqQGUTSWeuUIh6vrIyLE6y-4UghKNWipsU2LydFrs5iKfqksfLc711ihDE5HbHfOCsYAivR6R6Q7hzFgQWrqwjVKp1eGuZfVTQv-rEirEnyzz/s1600/Continental.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7Xf8jSRoUfKtczMq__FsvdSypv7RDMstAqQGUTSWeuUIh6vrIyLE6y-4UghKNWipsU2LydFrs5iKfqksfLc711ihDE5HbHfOCsYAivR6R6Q7hzFgQWrqwjVKp1eGuZfVTQv-rEirEnyzz/s1600/Continental.jpg" height="225" width="400" /></a></div>
<a href="http://radiocut.fm/audiocut/embed/conversando-con-maria-odonnell-sobre-el-conflicto-en-ucrania/">Conversando con María O'Donnell sobre el conflicto en Ucrania en su programa "La vuelta" de Radio Continental sobre el conflicto en Ucrania y sus implicancias para el mundo.</a>
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</script><br />
<div class="zemanta-pixie" style="height: 15px; margin-top: 10px;">
<a class="zemanta-pixie-a" href="http://www.zemanta.com/?px" title="Enhanced by Zemanta"><img alt="Enhanced by Zemanta" class="zemanta-pixie-img" src="http://img.zemanta.com/zemified_h.png?x-id=a4077d3f-4d85-43f3-bf79-b55361d0ed1d" style="border: none; float: right;" /></a></div>
Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7727600536909309628.post-51393519523945088242014-01-13T00:22:00.002-03:002014-01-13T00:22:56.340-03:00Terreno común entre el imperio del presente y un imperio del pasado<div dir="ltr" style="line-height: 1; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://asiasociety.org/files/Geneva%20talks.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="248" src="http://asiasociety.org/files/Geneva%20talks.jpg" width="400" /></a></div>
<a href="http://www.revistadebate.com.ar/wp-content/uploads/2013/04/logo.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="36" src="http://www.revistadebate.com.ar/wp-content/uploads/2013/04/logo.png" width="200" /></a><br />
<b><span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></b><b><span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></b><b id="docs-internal-guid-308e3de6-c23f-1579-c523-717b4e44994a"><span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; text-decoration: underline; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<u style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-weight: bold; line-height: 1; white-space: pre-wrap;"><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman'; vertical-align: baseline;">EE.UU. e Irán: deshielo y tercero en discordia</span></u></div>
<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-weight: bold; line-height: 1; white-space: pre-wrap;">Viernes 17 de diciembre de 2013</span><br />
<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: italic; line-height: 1; white-space: pre-wrap;">Por Gabriel Puricelli*</span><br />
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></div>
<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; line-height: 1; white-space: pre-wrap;">Toda la vida adulta de Barack Obama transcurrió luego de la toma de la Embajada de los EE.UU. en Teherán por los “estudiantes” seguidores del ayatolá Ruhollah Jomeini. Toda la carrera de funcionario gubernamental de Hasán Rouhaní se desarrolló a partir de ese hecho definitorio de la relación entre Washington y el antiguo imperio persa tras la revolución que despachó al Sha Reza Pahlevi al exilio. Un sencillo llamado telefónico entre esos dos hombres fue el anticlimático cierre de una etapa en la que ambos países definieron al otro como el mal absoluto. La coreografía de la que ese llamado forma parte pretende transmitir de modo contundente que se ha producido un cambio que es presentado de modo dramático, pero que es en realidad una modificación incremental: los líderes de ambos países están dispuestos a considerar la posibilidad de que el otro no sea el mal absoluto, sino un fenómeno irreductible al que hay que hacer frente. Esa disposición simétrica no disuelve de ningún modo la asimetría entre la única superpotencia de nuestro tiempo y un país de desarrollo medio que ejerce con esfuerzo un poder regional.</span><br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El deshielo parcial entre los EE.UU. e Irán admite múltiples lecturas, pero ninguna debería darse el lujo de la simplificación. Más aún, el acuerdo entre el grupo 5+1 e Irán debe ser inscripto</span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> en una mirada de larga duración, para </span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">no sacar conclusiones apresuradas y para no emitir</span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> pronósticos concluyentes que luego se den de patadas con la realidad. Dos factores convergen para </span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">que haya avanzado</span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> la negociación entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania y la república islámica: la necesidad de EE.UU. de bajar los niveles de conflictividad en una región en la que los cambios políticos recientes le </span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">hacen difícil</span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> ejercer con eficacia su influencia y el deterioro de la situación social en Irán como resultado de las sanciones económicas </span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">internacionales. Para</span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> los estadounidenses empieza a quedar claro que poseer la capacidad de arrasar </span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">militarmente el</span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> planeta entero no habilita en el mundo posterior a la Guerra Fría a </span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">ejercer influencia</span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> según los parámetros que el bipolarismo definía. Para el régimen iraní, se atisba un deterioro de su legitimidad que, de superar cierto umbral, podría ponerlo en riesgo. Los intereses de los dos países se intersectan en un punto en el que ambos requieren de resultados rápidos: unos para obtener el triunfo diplomático que se le escapó hacia las manos de Rusia en Siria, los otros para que no se esfume la expectativa inicial que suscita entre los iraníes la módica discontinuidad que representa el nuevo presidente respecto de su predecesor Mahmud Ahmadinejad.</span></div>
<b style="font-weight: normal;"><br /><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></b>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Sin embargo, cuando todo parecía indicar </span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">que la primera ronda de negociaciones se iniciaba</span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> abajo el augurio de un acuerdo</span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> instantáneo</span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, Francia puso el freno, con todo el poder que le da ser uno de los países con poder de veto en la ONU. La durísima posición francesa, incluida una espectacular llegada imprevista de su canciller Laurent Fabius a Ginebra, donde se desarrollaban las conversaciones, se opuso a la conclusión de un acuerdo que consideraba apresurado y sin garantías suficientes de que Irán no continuaría con su programa nuclear con fines bélicos luego de del mismo. La administración Obama fue tomada por sorpresa, si uno se guía por las destempladas declaraciones que su Secretario de Estado John Kerry le dedicó a su par francés. No sólo eso, desde los mismos sectores del Partido Republicano estadounidense que proponían dejar de llamar a las papas fritas </span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">“french fries”</span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> a causa de la “traición” francesa al oponerse a la invasión de Irak en 2003, llegaron exclamaciones de </span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">“Vive la France!”</span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, como las del ex-candidato presidencial John McCain.</span></div>
<b style="font-weight: normal;"><br /><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></b>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Algunos se apresuraron a calificar la actitud francesa como una continuidad de la política que llevó a Nicolas Sarkozy a ponerse a la cabeza del bombardeo de Libia en 2011. Sin embargo, Pascal Boniface, una de las voces más autorizadas entre los analistas franceses de política exterior, afirma que la posición del gobierno de su país obedece a la preocupación por alcanzar un acuerdo que no sea vulnerable a crítica de parte de Israel. Según el razonamiento de Boniface (que dedicó su libro "Los intelectuales falsificadores” a quienes, como Bernard-Henri Lévy, incitaron a Sarkozy a atacar Libia), un acuerdo a las apuradas no aseguraría desactivar la amenaza militar de un Israel insatisfecho, con argumentos para sostener que Irán podría todavía atacarlo con el arma nuclear. Los franceses (decisivos, recordemos, para que Palestina fuera aceptada como miembro de la ONU) exigieron que el acuerdo con el gobierno persa incluyera el reactor nuclear de agua pesada en la localidad de Arak, no sólo (según Boniface) para “acallar las críticas de Netanyahu”, sino para eliminar los obstáculos que el acuerdo enfrentará antes de ser aprobado por el Congreso estadounidense. En cualquier caso, hay que entender también que lo que algunos denominan la política exterior </span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">gaullo-mitterrandienne</span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> no deja pasar nunca la ocasión de poner de relieve el poder que le da a Francia su propia condición de potencia nuclear, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y, por tradición, guardiana estricta del régimen de no proliferación. El rechazo inicial francés, sin embargo, no hizo descarrilar las negociaciones</span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, que dieron como resultado un acuerdo interino sólo algunos días después de esa primera ronda.</span></div>
<b style="font-weight: normal;"><br /><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></b>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Desde el lado iraní, hay que recordar que el país está sometido a un duro régimen de sanciones aprobadas por la ONU en una serie de resoluciones de su Consejo de Seguridad adoptadas entre 2006 y 2010. En particular, los problemas que afronta en cuanto a la financiación del comercio exterior afectan duramente a la producción en el país, con efectos devastadores sobre el consumo y el empleo. Algunos han atribuido el cambio de actitud de Teherán al cambio de gobierno, casi como si la llegada de Rouhaní implicara un cambio de régimen. Por el contrario, el nuevo jefe de gobierno proviene de la entraña del aparato de inteligencia del régimen y de la sombra del líder revolucionario Jomeini. Si hay una ruptura con su antecesor Ahmadinejad, está relacionada con una recomposición de las relaciones entre el ejecutivo y la jerarquía teocrática del régimen, para la que el anterior presidente había caído en desgracia. No puede haber lugar a confusión: la apertura negociadora busca salvaguardar la legitimidad de la teocracia y es una medida preventiva desde el punto de vista estrictamente doméstico.</span></div>
<b style="font-weight: normal;"><br /><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></b>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Está planteado así un juego fascinante y crítico para Oriente cercano, donde los EE.UU. vuelven a poner en juego su cada vez más dificultosa capacidad de traducir en influencia política su preponderancia militar, donde Francia busca reverdecer los laureles de su </span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">grandeur</span><span style="background-color: transparent; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> y donde los ayatolás se preparan a dar, al modo leninista, dos pasos atrás para no ceder en su liderazgo del viejo imperio persa.</span></div>
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</script><noscript></noscript><br />
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</script><br />
<div class="zemanta-pixie" style="height: 15px; margin-top: 10px;">
<a class="zemanta-pixie-a" href="http://www.zemanta.com/?px" title="Enhanced by Zemanta"><img alt="Enhanced by Zemanta" class="zemanta-pixie-img" src="http://img.zemanta.com/zemified_h.png?x-id=a4077d3f-4d85-43f3-bf79-b55361d0ed1d" style="border: none; float: right;" /></a></div>
</div>
Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7727600536909309628.post-82394622229679294472013-11-27T07:28:00.002-03:002013-11-27T07:28:55.274-03:00Irán-EE.UU.: el deshielo empezó<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://www.jihadwatch.org/images/0926_kerry-zarif.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="231" src="http://www.jihadwatch.org/images/0926_kerry-zarif.jpg" width="400" /></a></div>
<img border="0" j8="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRbVlHYb8ydXeA9aAiMSAptsbE-hEez7CeI81cXNY4vCykXr9HRG8hrE19hNnXpxYEHJarbcqS_mR0smiHyyACvI0XP21AM4c1Rpd0GPd7UO0ihyBhhZjkBqF-B37u4oEP6tBi-oUf2ItK/s1600/TArg.gif" /><br />
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.15; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b><u>Es el paso previo a un acuerdo más ambicioso</u></b></span><br />
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>Martes 26 de noviembre de 2013</b></span><br />
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 15px; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><i>Por Gabriel Puricelli</i></span></div>
<b id="docs-internal-guid-698cd6d2-9912-2372-38b6-3a6c69f13552" style="font-weight: normal;"><br /><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></b>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.15; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El acuerdo interino entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania y la República Islámica de Irán es un paso conducente a una muy necesaria distensión en Medio Oriente y el paso previo de lo que podría ser un acuerdo más ambicioso y definitivo. Las negociaciones de Ginebra, precedidas según versiones (y según sería lo esperable en un caso delicadísimo como este) de conversaciones secretas entre Washington y Teherán, no fueron sencillas, ni lo serán las encaminadas a un acuerdo de fondo. Como en cualquier acuerdo, en el caso de que finalmente lo haya, habrá concesiones mutuas: Irán deberá resignar su decisión de enriquecer uranio, mientras que EE.UU. reconocerá de hecho el status de poder regional del antiguo imperio persa.</span></div>
<b style="font-weight: normal;"><br /><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></b>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.15; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El camino no se presenta despejado. No lo estuvo hasta ahora, como se vio con la demora en la firma del acuerdo interino que forzó Francia al requerir mayores garantías de no proliferación que las que había en principio aceptado la diplomacia liderada por John Kerry. No lo estará tampoco cuando el Presidente Barack Obama tenga que conseguir la ratificación del eventual acuerdo en la Cámara de Representantes controlada por la feroz oposición republicana. Si los franceses levantaron su veto inicial, no es esperable que los republicanos vayan a ser igual de permeables a las prioridades del Departamento de Estado. Su línea argumental es sencilla: no se puede acordar nada con Irán, porque es una encarnación del mal o porque los persas han demostrado a lo largo de la historia ser demasiado astutos. No sólo el fundamento de la crítica es metafísico, aunque se lo vista de histórico, sino que detrás de él se oculta el desconocimiento absoluto de los efectos causados por las sanciones internacionales que se le vienen aplicando con intensidad creciente a Irán desde 2006: por astuta que pueda ser la diplomacia iraní, no hay modo de ocultar la preocupación por la legitimidad del régimen teocrático que está detrás de la decisión del jefe de gobierno Hassan Rohaní de sentarse a negociar. La sola idea de que con la mera astucia Teherán pueda obviar el daño material concreto que le han producido las sanciones implica ignorar la vulnerabilidad de la economía iraní y el poderío que hace de los EE.UU. la única superpotencia de nuestro tiempo.</span></div>
<b style="font-weight: normal;"><br /><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></b>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.15; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Es ingenuo y forzado también el razonamiento que explica el memorándum de entendimiento entre Argentina e Irán como un efecto colateral de la decisión de Washington y Teherán de volver a dirigirse la palabra. Elocuente resultó al respecto la desorientación de la Subsecretaria de Asuntos Hemisféricas Roberta Jacobson cuando una periodista argentina le preguntó por el lugar que podría ocupar la cuestión del atentado terrorista contra la AMIA en las conversaciones entre el grupo 5+1 e Irán. Al responder a esa pregunta, en el Centro de Prensa Extranjera en Nueva York, el 27 de septiembre, Jacobson se limitó a decir que la agenda de esas conversaciones estaba “repleta” y que “sencillamente no sé si (la cuestión AMIA) ha sido discutida o lo será”. Las relaciones argentino-iraníes corren por otro carril, aunque la diplomacia del Palacio San Martín intente buscar sinergias entre su propia agenda y la del grupo 5+1.</span></div>
<br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 15px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span><span style="font-family: Arial; font-size: 15px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">En definitiva, el juego de poder entre las potencias occidentales e Irán tiene unas bases materiales que lo explican, mucho más allá de los juegos insustanciales de la retórica diplomática o la supuesta astucia ancestral de alguno de los actores involucrados.</span>
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</script><br />
<div class="zemanta-pixie" style="height: 15px; margin-top: 10px;">
<a class="zemanta-pixie-a" href="http://www.zemanta.com/?px" title="Enhanced by Zemanta"><img alt="Enhanced by Zemanta" class="zemanta-pixie-img" src="http://img.zemanta.com/zemified_h.png?x-id=a4077d3f-4d85-43f3-bf79-b55361d0ed1d" style="border: none; float: right;" /></a></div>
Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7727600536909309628.post-42070778354753099082013-10-09T08:46:00.001-03:002013-10-09T08:51:14.264-03:00EE.UU: la pesadilla del “gobierno dividido”<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfUIJlInYeaXJiR0wBKZdnupRrcpOLl98xcxDyXZsuoPrP2KN-rw9_VKxyav5YqQHRSt4BZ02sFwpTHT7v5kng1dy_oUBwqBjGRES9vgRcEM-3QPg7cyF_2l2Sg69zbErcJ3w5PE3EY4U7/s1600/boehner+obama.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="223" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfUIJlInYeaXJiR0wBKZdnupRrcpOLl98xcxDyXZsuoPrP2KN-rw9_VKxyav5YqQHRSt4BZ02sFwpTHT7v5kng1dy_oUBwqBjGRES9vgRcEM-3QPg7cyF_2l2Sg69zbErcJ3w5PE3EY4U7/s400/boehner+obama.jpg" width="400" /></a></div>
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<br />
<div class="MsoNormal">
<b><u>La pesadilla del Capitolio dividido</u></b><br />
<b>Domingo 6 de Octubre de 2013</b><br />
<span lang="ES-AR"><i>por Gabriel Puricelli</i></span><br />
<span lang="ES-AR"><br /></span>
<span lang="ES-AR">El </span><i>shutdown</i>, es decir, la suspensión
de los servicios no esenciales que presta el gobierno estadounidense a sus
ciudadanos puede ser vista como el síntoma de una serie de fenómenos
superpuestos. En primer lugar, se trata de una situación que es favorecida por
el marco constitucional, que facilita el llamado “gobierno dividido”, es decir,
la presencia de partidos de distinto signo en control de los distintos poderes
del estado. Vemos eso hoy en Washington, como se ha visto tantas veces antes
allí y en otros países del continente americano que han redactado sus
constituciones de modo tal de propiciar esquemas de control mutuo que muchas veces terminan en bloqueos.
Para entender de qué hablamos, otra versión extrema de los males que a veces
propicia el “gobierno dividido” fue la destitución de Fernando Lugo de la
presidencia de la Repuública del Paraguay. Sin embargo, la mayor parte del
tiempo, en este tipo de ordenamientos constitucionales se evitan los episodios
extremos y se da una división de poderes que oscila entre lo virtuosa y lo
trabajosa. La situaciónde Obama, tanto como la situación de Lugo requieren de
un ambiente político que propicie los extremos. La presencia de actores
dispuestos a ir en contra de lo que podríamos denominar convencionalmente el
sentido común o de una ética pública que atienda al cuidado de los ciudadanos
es condición necesaria para que en un orden constitucional de este tipo se
produzca un fallo así. En este sentido, los ejemplos históricos sugieren que la
filosofía política que se halla detrás de estas constituciones ha encontrado
una garantía contra la tiranía que no conlleva una garantía similar de eficacia
del gobierno.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR">El segundo elemento que tenemos que
analizar entonces, es la aparición de estos comportamientos extremos. Lo
primero que hay que decir es que el Partido Republicano ha forzado suspensiones
de la actividad gubernamental bajo los dos últimos presidentes demócratas, en
ambos casos ante la percepción de que estaban implementando una agenda “de
izquierda”: el incremento por parte de Bill Clinton del gasto público en
educación, medio ambiente y salud pública (incluyendo el PAMI
estadounidense, <i>Medicare</i>), y la
reforma del seguro de salud puesta en marcha por Barack Obama. Hasta 1980, el
Congreso le había negado la autorización al gobierno para seguir haciendo
gastos corrientes en 15 oportunidades, incluyendo cinco casos en que los
legisladores demócratas lo hicieron con uno de sus correligionarios, el Presidente
Jimmy Carter. Sin embargo, hasta ese
año, el gobierno continuaba funcionando con normalidad, aunque ingresaba en un
área de dudosa legalidad, porque continuaba pagando los sueldos de sus
empleados. El Congreso luego subsanaba esa falta legal. Después del último <i>shutdown</i>
contra Carter, el Procurador General determinó que, de repetirse la situación
en el futuro, el gobierno debía cesar toda erogación salarial. El efecto fue
que durante los próximos 15 años, cada vez que una tensión similar se produjo,
los efectos se limitaron a cierres de un máximo de tres días, hasta que el
Congreso acaudillado por el republicano ultraconservador Newt Gingrich detuvo
la maquinaria gubernamental de Clinton durante tres larguísimas, tensas semanas
en diciembre de 1995 y enero de 1996. Los historiadores tienden a coincidir en
señalar que esa radicalización republicana fue uno de los factores que ayudó a
la reelección del presidente demócrata más tarde ese último año.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR">Con otros actores, la historia se reitera
en el Partido Republicano actual, que no reconoce un único caudillo de su ala
derecha, sino que se encuentra bajo el influjo del movimiento del <i>Tea Party</i>,
que retoma la agenda de conservadurismo fiscal extremo de Gingrich, y lo
combina con dosis parecidas de oposición al derecho de las mujeres a elegir la
continuación o interrupción del embarazo, rechazo a que se imparta la teoría de
la evolución de Darwin en las escuelas y defensa del derecho de los ciudadanos
a la tenencia y uso de armas de fuego. Los republicanos se enfrentan a unos
cambios demográficos en el país ante los cuales parecen empecinados no en
adaptarse para disputar la representación de las nuevas generaciones de hijos
de emigrantes de América Latina, sino en apalancarse en la representación de la
población blanca del sur y del medio oeste recelosa de los cambios que la cara
cambiante de la sociedad le propone a su estilo de vida. La percepción de la
amenaza de un presidente negro que propone una agenda muy moderada para adaptar
al gobierno a esos cambios sociales es totalmente desproporcionada respecto del
impacto real que ésta tendrá en sus vidas y el <i>Tea Party</i> se ha
embanderado con la representación de esos miedos. El liderazgo de los
republicanos en el Congreso, que no necesariamente comulga con ese extremismo,
ha sucumbido, sin embargo, a su influjo. La bancada republicana está hoy
poblada no sólo por una porción de fanáticos fundamentalistas, sino por otra de
diputados que creen que les será imposible retener sus bancas en las elecciones
de renovación completa de la Cámara de Representantes en 2014 si provocan la
ira del Tea Party: el movimiento se ha mostrado muy eficaz en hacer fluir
dinero hacia los distritos electorales donde hay moderados para financiar
campañas de desgaste que pueden terminar en su reemplazo por un fundamentalista
o por un demócrata.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR">La administración pública estadounidense se
encuentra rehén de un Partido Republicano que es a su vez rehén de una minoría
intensísima de ácratas de derecha que ven en la realización de las peores
pesadillas del “gobierno dividido” una oportunidad de demostrar que hay vida
sin estado. Resta ver cuándo y cómo reaccionarán los republicanos que quieren
evitar transformarse en habitantes permanentes e involuntarios de la oposición.</span></div>
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</script><br />
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<a class="zemanta-pixie-a" href="http://www.zemanta.com/?px" title="Enhanced by Zemanta"><img alt="Enhanced by Zemanta" class="zemanta-pixie-img" src="http://img.zemanta.com/zemified_h.png?x-id=a4077d3f-4d85-43f3-bf79-b55361d0ed1d" style="border: none; float: right;" /></a></div>
Gabriel Puricellihttp://www.blogger.com/profile/08068631558763641980noreply@blogger.com0